-Es una de padre e hijo extraña
¿verdad? -añadió Juan Gordal.
-Sí, y vamos a decirlo claro, no es
la mejor, pero no sé, quizás por pintoresca me ha atrapado.
Yo, el halcón contaba la historia de
un camionero que tuvo una relación con una mujer de mucho más alto
status social que el suyo. Fruto de esa relación nación un hijo, al
que su familia materna había predispuesto contra su padre, y que
tenía en una burbuja ambiental de dinero y estudio en una escuela
militar. Sin embargo, al caer la madre del niño enferma, el
camionero se enfrenta a su familia y decide ganar dinero en el gran
campeonato nacional de pulsos para conseguir los recursos que le
permitan recuperar la custodia del hijo.
-No conocía ese ciruito de pulsos, es
una cosa muy americana, la verdad -decía nuestro protagonista.
-Y es muy curioso cómo el padre se va
ganando el respeto del niño.
-Bueno,m la clasificaré entre mis
bodrios favoritos, porque objetivamente es mala y no hay grandes
actuaciones, pero la historia atrapa.
Ficha de la película, aquí.
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