sábado, 23 de junio de 2018

Pasta aderezada de fracaso.

Aquel día, nuestro héroe estaba como única persona en casa en estado operativo, razón por la cual le tocaba preparar la comida. Había observado lo qué había en la casa, y además, Juan, que arrastraba un sorprendente resfriado en aquella época del año le había indicado: lo suyo era preparar una pasta, pero no con los ingrendientes habituales, sino con unas gambas que había en el congelador y... Un momento. ¿Gambas? Eso le recordaba a nuestro protagonista una receta que según había oído era típica en el sur de Italia: espaguetis con gambas y sepia, y si se quería redondear, con tinta de las mismas. Bueno, pensó nuestro protagonista, podemos pasar de la tinta y... Llevaba unos dias que me apetecia un plato con pulpo si lo encuentro congelado... No, eso inmediatamente se fue de la cabeza de nuestro protagonista al darse cuenta que para cocer bien el pulpo debía haberse descongelado desde la noche anterior. Una lástima porque su idea inicial de cocerlo, usar el agua de su cocción para la pasta, y ponerlo tras una vuelta con ajo y pimentón picante junto a las gambas sonaba bien. Sin tiempo para usar la tinta, pensó que lo mejor era con sepia y gambas, ajo y algo de pimentón. Para estar más seguro miró recetas en internet. Sí, su idea era realizable, había bastantes recetas similares a lo que tenía en mente. Lo hizo, lo probó... Está buenísimo, se dijo, seguro que con limón o una salsa esto será cojonudo. Sin embargo cuando lo probó Doña Marta Palacios dijo:

-Pueshijoquéquieresquetedigaestasmezclasqueseosocurrenamímevamáslapastaporsuladoylasepia
porelsuyomalonoestáporqueloimportanteeselsaborylasdoscosassabenbienperoyoenlavidahabía
tomadoestoasí...
-Joder, mamá -dijo nuestro protagonista aún convencido de la valía de su comida-. Pues en el sur de Italia se ha hecho así muchas veces y está buenísimo. Verás cuando se levante Juan.

Juan, que ni se levantó hasta las cinco de la tarde convaleciendo de sus fiebres, se sirvió un plato con buena cara, pero luego dijo a nuestro protagonista:

-Fran. ¿Dónde has visto esto? ¿Cómo se van a poner cosas a la plancha con la pasta? ¿Qué gusto van a darle?
-Vete a la mierda. Tú estás acatarrado y no saboreas.
-Ni falta que hace, Fran. Esto no lo vuelvas a poner.

Así se quedó nuestro héro, sorprendido, porque a él si le agradaba su plato. Pero Fran siempre decía que eran otros y no el cocinero quien debía juzgar la comida y el veredicto de los demás fue muy claro. Sólo le quedaba tomar él su ración, dado que a él sí le había gustado y aprender.

Fuera de temporada.

-¿Pero cómo vas a haber cogido un gripazo ahora? -preguntó nuestro protagonista a su hermano Juan.
-Bues no lo shé, bero dengo mocos, fiebre y como si dubiera uda bola de belos en la garganda -respondió Juan.
-Pero si ha tardado un huevo pero estamos a 37 grados.
-Bues soy incapaz de hacer nada, me siendo fadalll.
-Bueno, ¿quieres que te traiga algo? ¿gelocatil, aspirinas...?
-Do, greo que un Acuarius basdará. Ya se be diene que basar.
- Abrígate
-Sí, hombre me voy a boder dress mandas con 37 grados.
-Es que yo no entiendo cómo has cogido esto a estas alturas.
-Se ve que el gambio de demberaduras me ha afecdado.

Entonces llegó Doña Marta Palacios que llevaba todo el día fuera. Viendo a sus dos hijos discutiendo y a Juan alicaído pregintó lo que ocurría.

-Pues resulta que Juan, a estas alturas, se ha cogido lo que no se cogió en todo el invierno.
-Ayhijomiraquetepasancosasrraraspuesmirayotengoqueiraladoctoraaquemevealevoyapedirhorapara
tiyaverquémedicinastetraigoquetenemosquecurarterápidoytevoyatraermuchalechemielyzumode
naranja...
-Fran, bor favor, llévadela y que no diga bás chorradas.
-Venga, mamá, déjale, que ya me ha dicho lo que quiere-
-Peroporquénuncameexplicáisnadaynomedejáisqueosllevealmédicoluegoclaronooscuráisymetratáis
comosifueraestúpidapuesyovoyahacerlacompraytraerloquemedelaganaporqueesnecesarioparacurarle
nuncaquierenadayseponemalo...
-Bueno, mamá, ya te lo explicaré.

miércoles, 20 de junio de 2018

Grandville

 
-Bueno, Juan. ¿Tienes algún tebeo bueno que valga la 
pena leer estos días? -preguntó
 nuestro protagonista viendo que llegaba el verano y 
con él mucho tiempo libre para leer y ver películas.
 -¿Conoces Grandville? -contestó su hermano
 -Algo he oído- Es Steampunk hecho con animales 
humanizados ¿no?
 -Bueno, no exactamente. Bryan Talbot, el autor, es 
muy de jugar con la historia de Inglaterra. Entonces 
se ha inventado un mundo donde los franceses ganaron 
las guerras napoleónicas, invadieron Inglaterra, y en 
este mundo,un detective, Archibald "Archie" LeBrock , 
que es un tejón antropomorfo, alo largo de cinco 
volúmenes investiga una serie de casos, que se van 
volviendo cada vez más políticos y cercanos al poder.
 -Por el estilo me recuerda un poco a las series de 
dibujos de cuando éramos pequeños, las inspiradas en
 La Vuelta al Mundo en 80 días, Sherlock Holmes, y 
demás.
 -Hombre, Bryan Talbot también juega con eso, pero 
obviamente, aquí sus animales antropomorfos son un 
recurso para retratar personajes, y las tramas y 
el tratamiento son mucho más adultos y oscuros.
 -También he oído que hay muchos homenajes al cómic europeo ¿no?
 -Sí, aparecen Asterix, Tintín... Y también hay referencias al arte del siglo XIX. 
Pero sobre todo, yo me quedo con el personaje de Le Brock. Léelo y ya verás como te
 prende. Talbot ha conseguido que parezca listo y perspicaz pero sin que sea 
arrogante, y tiene  unas alidas para todo buenísimas.
 -De acuerdo me lo apunto para leer en verano.

 

sábado, 16 de junio de 2018

Geometría de gentrificación.

 -Pues me apetece comer algo, Fran -dijo Juan-. Aquí en teoria todo son productos 
del Bierzo y de Leon. ¿Pedimos esas croquetas que pone que son de cecina y bacalao?
 -Por mí de acuerdo -respondió nuestro protagonista mientras miraba con avidez las 
curvas de una chica, una turista italiana que estaba  cerca de él. 

 De modo que juan pidió las croquetas, y Fran en cuanto la italiana se perdió de su 
vista se dió cuenta de dos cosas preocupantes: había visto lo que creía que era una 
racción de aquellas croquetas y eran poliédricas. Y además, estaba rodeado de 
extranjeros pidendo vino “Guioja”y similares. Entonces cayó:

 -Juan, me temo que esto no es lo que te habías imaginado. Las croquetas tienen forma
 de figuras geométricas.
 -Y me acaba de rozar un gordo alemán sudado. Me temo que nos hemos dado cuenta tarde.

 En efecto, al servirles dos hexaedros empanados, que eran las croquetas de cecina, 
y dos prismas de base rectangular que eran las de bacalao nuestros héroes cayeron: 
bajo su apariencia de “típico del Bierzo”, aquel local, como tantos otros, preparaba 
rápìdamente comidas como aquellas croquetas que se calentaban en microondas para 
engañar a los guiris. Ellos estaban contentos y sonreían borrachos, pero nuestros 
dos protagonistas cayeron en la cuenta.

 -Teníamos que haberlo visto antes, Fran. Si las croquetas son poliédricas quiere 
decir que congelan la masa o la gelatinifican y las cortan así. Ahora saben a 
congelado.
 -Pero lo jodido es que cada vez cuesta más encontrar un sitio de tapas buenas, ahora
 todas son fabricadas en serie así.
 -Cortaré por lo sano: si no conozco el sitio, cuando salga de cañas, me pido un 
Kebap. Es lo mismo y se sabe a lo que va.
 -Y te ahorras que te abrace un alemán sudado, como antes.
 
 

martes, 12 de junio de 2018

Una compra necesaria

-VengaFranhijoquellevasveinteminutospegadoaltendederoynocogesnadanidejasanadiemásbuscary
yoquieroverstirmeparairalinstitutoynomedejasyosoloquieroropaparahoyquehacemosunafiestaalos
niñosquesevan... -pidió a nuestro héroe Doña Marta Palacios.
-Pues salvo que te pongas medias vas a sufrir el mismo problema que yo mamá. Porque todo es porque no encuento unos calcetines en condiciones. A partir de ahora los que tengan boquetes de este calibre los voy a tirar.
-Buenoluegotraemosmásperoahoratenemosquecogerunossenosestáhaciendotradehayquevestirseyo
creoqueporundíasinoenseñopuedollebvar estos... -dijo Doña Marta.

Fran por un momento creyó que su madre había encontrado los únicos calcetines en condiciones de ser utilizados, pero poco después vio un agujero en los mismos del tamaño del dedo gordo.

-Mamá, vale que esos son de los menos rotos, pero si hubiera otros...
-Nohijoyoyamevoynadievaavermeelcalcetínsinopasanadaextrañoporqueyonovoyquitándomelos
zapatosporlacalleysiyatengoquesalirnohaymásremedioqueponérselos...
-Bueno, allá tú. Pero esta trade habrá que hacer una compra necesaria -dijo comido por la verguenza de que iba a tener que ponerse aquellos, calcetines.



viernes, 8 de junio de 2018

El gran peligro de la feria del libro.

-A ver, Fran, refugiate un poco bajo las casetas. Mira que te dije que iba a llover y no ibas preparado -dijo Juan a nuestro protagonista
-Bueno, el caso es que he encontrado mucho más de lo que quería al salir de casa. El primero de la nueva edición de Maki Navaja, dos libros de historia buenos...
-Sí, pero te estás calando y no será que no te advertí.

Los dos hermanos habían acudido un año más a la Feria Del Libro en Madrid. Juan Gordal salió de su casa con unas ideas muy claras de lo que quería pillar para su colección: dos tebeos de Moebius, y Klezmmer, la gran obra de Joan Sfarr contando las aventuras de un grupo de desagraigados que tocan esa música hebrea en su camino por diversas ciudades. Sin embargo, al llegar Fran era quien había encontrado lo que buscaba y hecho gasto. Pero cuando parecía que todo le había salido bien uno de los estereotipos madrileños sobre la feria tomó cuerpo: En la Feria siempre llueve, Y los dos hermanos se refugiaban mientras examinaban sus compras.

-Yo cogí una chaqueta, pero tú vas y te vienes en jersey, sin paraguas... pareces tonto.
-Tú lo que estás es escocido porque yo he encontrado cosas y tú no.
-No, estoy cabreado porque nunca me hagas caso.
-Bueno, vamonos a casa ahora que parece que escampa un poco.



Ambos hermanos se pusieron en marcha, y ahora todo había cambiado. Era nuestro protagonista el que presumia de sus compras ante la desesperacción de su hermano.

-Pero te has tenido que refugiar media hora con ellos y podrías haberlos cogido igual llevando un paraguas.
-Bueno, en la Feria llueve, y ahora ha parado, y tengo los libros...

En ese mismo momento un relápago y el posterior trueno avisaron a los hermanos que una nueva tormenta se iba a desencadenar.

-Y no hemos llegado ni a la mitad del camino. Corre -dijo Juan.
-Bueno, encima esto ya tehas puesto otra vez a...

Entonces la lluavia provocó un efecto imprevisto: las bolsas donde nuestro protagonista llevaba su compra, que eran de papel, se empaparon y rompieron, echando sobre el suelo húmedo todos los libros. No tradó mucho nuestro protagonista en recogerlos, pero a esa distancia de casa se iban a empapar.

-Traémelos, me los meto yo en la chaqueta.

Así, ambos hermanos llegaron a casa con los libros casi intactos, pero nuestro héroe estaba en cierto modo avergonzado, de que Juan Gordal tuviera razón al reprocharle el que no le hubiera hecho caso.

sábado, 2 de junio de 2018

Otros frutos secos para Doña Marta.

-Ayhijoyamequedapocodecorregirperoporfavortraemeunasnuecesquemeencantanmedanmuchos
ánimosparaponermeatrabajarestoydeseandoacabarsiempremepillolasnuyecesporquedanunaenergía
quevosotrosnopodéisniconcebirahoraquevoyadejareltrabajoseguirétomándolasparaotrascosas... -decía Doña Marta Palacios.
-De acuerdo, mamá. Ahora voy -dijo Juan Gordal

Las neuces eran una debilidad de Doña Marta. Las consumía a menudo en días en que tenía un disgusto o quería darse fuerzas para algo, como al corregir los exámenes. Hasta el último momento las iba a tomar para animarse.

- Ya nos ocuparemos de que no te falten ahora que te retiras tampoco, mamá. -dijo nuestro protagonista.
-Síhijoporqueahoravoyatenermuchotiempoyvoyadarmemuchasalegríaquenohepodidodarmeporque
estarconniñosyeneseñarlesesmaravillosoyahoratendréqueencontrarotracosaquemelleneylasnueces
sonunacosaquevoyatenersiempre...
-Igual era eso lo que tedaba esas energías que decíamos que parecías dopada.
-NohijonoyonomedopograciasaDiosperosiempre
intentollenartodoeltiempoquetengohaciendocosas
yconenergíasylasnuecesmedanmuchosánimosdespués
deiraMisaesdeloquemásporqueparecementira
cómoteanimanylobuenasqueestán...
-Hablando de eso, Juan tarda un poco ¿no?

Aún hubo que esperarle cinco minutos más, pero cuando Juan llegó explicó lo que le había llevado tanto tiempo:

-Bueno, he buscado por todo el super, pero no había nueces. Te he traído cacahuetes.
-Ayhijopuessinohabíanohabertraidonadaporqueestonoeslomismomehascambiadolaideaqueteníayo
nuncahecorregidoconestoaunqueseguroqueestarábuenomevaacostarcorregirconotracosay...
-Bueno, al menos son más fáciles de pelar -dijo Fran.
-Y no tienen sal.
-Peronosonloqueyoqueríayesomecambialaposibilidaddecorregircomoyoqueríaahoraesconotracosa
nosésimevaagustartantocomolasnuecesqueyonotabahgastaquerendíamásyaversialfinalnovoyapoder
corregircomoamímegusta...

Fran estonces abrió uno de los cachauetes y se lo dió. Doña Marta lo tomó con gusto, e inmediatamente se puso a corregir. Parecía estar muy agusto no decía nada. Cuando dos horas más tarde se tomó un descanso dijo a sus hijos:


-Puesestabanmuybientambiéncómohabístenidolaideayopensabaqueloscacahuetessoloeranparalos
animalesperosonmásfácilesdepelaryconellosheestadoagustoyesoquenoerannuecesheavanzadocon
ellos...
-Hombre, son frutos secos también -dijo nuestro protagonista.
-Si yo te traigo algo, mamá, es porque sé que te va a gustar.
-Aypuesahoraquevoyaestartranquilatanmbiénmevanavenirbiensinohaynuecesquecuandomepongaa
hacercosasvoyatenerotrofrutosecoquemegusteperonosécómoseoshaocurridosinolohabíadichoninadie
hatomadoestonunca...
-Bueno, nueces o cacahuetes, lo importante es que sigas con tu energía -sentenció Fran.

Un gazpacho... de Juan.

-Pues ya tenía yo ganas de hacerlo, ya -dijo Juan sirviendo aquel plato.
-Bueno, es uno de mis favoritos. Aunque en invierno con los mismos ingredientes se podía hacer pisto -decía nuestro protagonista,

El gazpacho era uno de los pocos platos de verdura que toda la familia Gordal Palacios estaba de acuerdo en que era apetecible y bueno. Además de nutritivo y ser un alimento sano.

-Tienes suerte de que justo antes de que vayas al endocrino y te pongas adieta sea la temporada del gazpacho -dijo Juan.
-Bueno, tú mismo decías que se podía hacer también en invierno y que no comprendías por qué mamá no lo traía.
-Y de hecho pese a ser ya junio, ya ves que sigue el tiempomvariable y lloviendo y no tengo reparo en prepararlo. Voy a probarlo.
-Bueno, que ya sabemos cómo es este plato, no te hagas el interesante.

Sin embargo, en un ademán muy suyo, Juan cogió un vaso y lo probó, poniendo una extraña expresión en su cara. Y a continución rajó de su propia idea.

-Este gazpacho sabe a tierra.
-Oye, no jodas, lo has preparado tú mismo.
-¿De dónde has traído los ingredientes mamá?
-Mirahijosondelaverduleríadesiemprenovengasahoracontusmaníassiempretelotomasyporejemplole
haspuestocominosqueyonopondríanuncaenningúngazpachoporqueyosoymásdehacerlascosascon
verdurassolo...
-Entonces has sido tú, Fran ¿qué has añadido?
-Ya he dicho que no me metas en tus paranoias.
-No sé cómo,m pero lo habéis jodido. Aquí o hago yo la compra o nadie come.
Nuestro protagonista tomó su porción del gazpacho con gusto, mientras se preguntaba cómo era posible que llevándolo todso él, su hermano se enfadara con el mundo por su propia comida.