sábado, 26 de mayo de 2018

El chequeo interminable.

-Pues ahora está bien, pero mire esto -dijo a nuestro protagonista el médico que le había hecho el chequeo en su trabajo
-Yo no lo entiendo -dijo nuestro protagonista mirando el electro.
-Pues aquí hay un pico, que puede ser desde que esté mal sujeto el aparato hasta una alteración que debería mirarse.

Nuestro protagonista había quedado, por otro lado, bastante escamado con aquel reconocimiento. Sabía que no debía ser grave tal como se lo habían dicho, pero pidió hora a la médica de cabecera. Tras una semana esta le dijo:


-Pues yo aquí no veo nada, pero para preescribirle bien necesitaría más datos: una analítica, su tensión...
-Bueno, me dijeron que la tengo algo alta, pero que seguramente se deba al sobrepeso.
-¿Y de analítica nada?
-Me hicieron una, pero como no me dijeron nada de ella...
-Pues tranquilo, que no será grave, pero le tendrán que hacer otra analítica y otro electro.


A regañadientes nuestro protagonista obedeció. Mejor estar seguro de lo que digan los médicos, pero se preguntaba para qué había servido el reconocimiento del trabajo. La verdad, como dijimos, que de salida estaba escamado con él. Le habían mirado de forma superficial, sin prestarle atención, sin darle todas las indicaciones necesarias... Bueno, por lo menos no parecía grave. Tras la nueva analítica y el electro, se confirmó que no había nada serio. Pero quedaba el asunto de la tensión:

-Mejor que nosotros, debería mirársela usted durante un mes
-Pero yo no sé hacerlo.
-Bueno, puede aprender. Comprenda que es ,ás fiable que se la mida usted durante un tiempo y tener valores fiables, de periodos de reposo, que uno aquí, que suelen venir nerviosos, con hora...

De modo que nuestro protagonista, que llevaba dos semanas de médicos sin que en realidad le hubieran detectado nada accedió. Le costó encontrar entre su trabajo y su horario la forma de tormársela. Pero lo consiguió. Parecía que ya todo acababa. Pero cuando volvió la doctora le dijo algo que ya sabía:

-En efecto esto parece del sobrepeso. Debería pedir hora a un endocrino.

Joder, pensó nuestro protagonista. Iba a ser solo un pequeño chequeo, me decía al empezar.

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