jueves, 5 de enero de 2017

Cuando los jefecillos se pasan.

-Bueno, Cárol -dijo nuestro protagonista- ¿qué hay de esa chica de las gafas?
-No sé cómo decírtelo, Fran, la han echado del trabajo.

Nuestro héroe sintió uno de sus arrebatos de furia antiliberal recorriendo su curpo. En su imaginación operó una transformación solo comparable a la del Doctor Bruce Banner en Hulk o la de Son Goku en superguerrero. Cogió al jefe del servicio de reclamaciones del Carrefour y le metió un Kamehameha por el culo, no sin antes estamparlo contra una pared que se rompía al caer el. Pero Cárol le sacó de sus pensamientos:

-Fran, que aún hay otras en mi trabajo...
-¡Joder, yo quería a esa Gloria!
-Bueno, seguro que dentro de poco me echarán a mí...
-Eso es tu problema. Han jodido a mi hermana y a mí mismo con sus contratos mierda miles de veces. Pero privarme de la tía que yo quería es demasiado. ¡Que no averigüe yo dónde se esconde tu jefe!
-Fran, no te pirdas.
-¡No te pierdas, eso es lo que más me jode, ellos pueden dejarte sin curro, sin ingresos, sin pibas...pero como tú hagas el menor movimiento, te pierdes!
-Bueno, yo te prometo que llamaré a la Gloria y...
-¡Que la llame tu jefe, que ahora mismo tengo una ira que me corroe!
-Joder, te han tocado lo más sagrado.
-Es que se han metido con lo más sagrado. Cuando a uno le tocan la jodienda hasta el Mahatma Gandhi se dejaría llevar por la ira.
-Bueno, es un poco rebuscado que le culpes de ello...
-¡En realidad es bueno, a ver si se lo hacenb  más gente como yo y se desencadena de una vez la revolución!


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