-Joder, así, tan
pronto...
-¿Pronto? Joder, Juan,
llevamos así mes y medio
-Pero es que cuesta
dinero y no me gusta graduarme la vista.
Desde antes de navidades
llevaban los dos hermanos con el asunto de las gafas de Juan. El
mayor de los hermanos, que no obstante a ello era muy dado a
comportarse como un crío había roto sus gafas. Una vez logró
pegarlas con superglue. Pero llegó un momento en que el pegamento no
aguantaba y no se le ocurrió nada mejor que...¡sujetarlas con una
pinza de la ropa! Fran solía tomarle el pelo diciéndole que así
parecía un personaje del cómico José Mota, pero Juan siempre
esgrimía excusas para no hacerse unas nuevas.
-Joder, Juan, no somos
tan sumamente pobres como para que te estés jodiendo los ojos con
eso.
-Que no, tu no lo
entiendes, es que además tendrán que mirarme la graduación...
-Mira, es pesado, pero
todos los que usamos gafas hemos pasado por ese trance más de una
vez.
-Pero no madrugando sí,
sin avisar...
-¡Cómo que sin avisar
será que no lo hemos planeado veces! Y si llamas madrugar a
levantarse a las doce, pues...
-Por la tarde voy, de
verdad.
Llegó la hora de comer.
Doña Marta por supuesto le preguntó a Juan si eso estaba ya hecho,
a lo que él respondió que no.
-MiraJuansifuesesunniñopequeñoeraparapegartedosbofetadasnoséadóndequieresllevarestosontusojos
nodeberíapreocuprmeyoporellodeberíasirtú...
-De verdad mamá, que
eso ya me lo ha dicho Fran. Esta tarde voy.
-Pues a ver si es
verdad, que m he pasado la mañana tirando de ti -dijo nuestro héroe
-Que sí, en cuanto
saque a Diez, devuelva mis libros a la biblioteca, coja otros,
escriba mi nueva novela..
-Juan, ¿te das cuenta
de que para casi todo eso necesitas tener bien los ojos y que te
llevará toda la tarde?
-Huy, pues es verdad
hasta mañana ya nada.
-Notedavergüenzaloquenohicistealosdiezañoslohacesahoraytienesaotrossusfriendoporticuandoeresel
interesado...
-Yo cuando se pone así
no seé si darle una ofetada como a los críos o qué -sentenció
Fran.
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