—Bueno, pues pro fin se acabó.
La verdad al final se repetía
un poco —decía Fran al acabar
el último
tomo de Hiroshima de Keiji
Nakazawa. —Lo que pasa es que como
el tema es horrible y se alarga
varios años cansa. —Sí, pero aún así hay que
leerlo. Hay que tener en
cuenta que muy poca gente te puede contar esto
de primera mano.leer un manga.Keiji Nakazawa es una de las grandesfiguras del cómic japonésde todos los tiempos, perosobre todo fue un superviviente del bombardeo atómico deHiroshima. Evidentemente esta experiencia lemarcó y la volcó en su obra más importante, queFran y Juan tenían en siete tomos bajo el nombre deHiroshima. Esta obra ilustra el miedo inicial, lassecuelas a lo largo de años, las desesperación dever caer a todos a tu alrededor a causa de losefectos de la radiación...
—Y duró muchos años. Es increíble. Cada cómic muestra cómo empieza a sufrir los mismos
síntomas otra persona, la impotencia ante la situación, la dificualtad para lo más básico... Al
final, la verdad, cansa un poco —decía Fran.
—Sí, pero no es menos cierto que esto es como ocurrió aquel acontecimiento tan terrible. Si era
todo el rato igual, era igual.
—También acojona mucho ver cómo en esa situación sale lo peor de algunas personas. Como gente buena e inocente al principio se pervierte.
—Y otra vez lo mismo: es que eso es real, no es un guión. La gente hace lo que sea por sobrevivir.
—Otra cosa terrible y que no deja de tratar es la indignante impunidad de los responsables de ese horror.
—En Japón este cómic incluso se da a leer en los colegios.
—Sí, lo sé- Y ahora ha salido otra edición en solo cuatro tomos bajo el título de Pies Descalzos.
—Pero no nos lo compraremos otra vez.
—No, yo otra vez esta angustia y desesperación no me lo leo.
—Sí, pero sí hay que recomendarlo. Es un testimonio único y muy necesario. Aunque no sea
agradable.
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