—Pues tan contenta
que estaba yo con
este trabajo y
ahora a ver si
puedo hacerlo
con mi
equipo —se lamentaba Carolina Gordal. —De todas formas, ¿no solían darte para estos teletrabajos el equipo las empresas? —Hasta ahora sí, pero esta vez me lo han pedido a mí.Carolina Gordal había hecho varios teletrabajos como teleoperadora y telefonista desde
que esa modalidad había adquirido presencia, con lo cuál ahora se disponía a uno más. Pero
en esta ocasión resultó que no sabía si su viejo equipo podría soportar los requerimientos de
este trabajo, y por primera vez la empresa no estaba dispuesta a suministrar ella el material.
—Cada vez recortan más y exprimen más a los trabajadores y hemos llegado a un punto que
no se sabe ya por donde tirar. —Bueno, que yo sepa no te exigen manejar Big Data ¿no? —No sé ni lo que me exigen, pero en todo caso, en cuanto pueda, con este o con otro trabajo
tengo que cogerme un ordenador más moderno. —La pescadila que se muerde la cola: necesitas el equipo para el trabajo y necesitas el trabajo
para tener el equipo. —¿Podría coger el tuyo que va algo mejor si me llaman? —Por mí no hay problema, otra cosa es si te dará para esto, que yo tampoco lo tengo claro. —Bueno, de momento lo importante es coger el trabajo. —Esperemos que lo pueda hacer. —¿No venían los requerimientos técnicos en la oferta? —Yo no los he visto. —En todo caso, lo que no es de recibo es que tenga uno que poner el material y el transporte
para trabajar por cuenta de otro. —No, pero se hace. El trabajo está cada vez más jodido. —Pero está llegando ya a ser insostenible.
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