-Pues
no puedo ir hoy a San Antón -dijo Doña Marta palacios con señales
evidentes de molestia y fastidio en la voz- Tendré que ir entre
semana.
-¿Por qué, Mamá? -preguntó Fran. -Pues porque luego tengo el concierto y a la hora que se ha hecho, ya tengo que preparar la comida.
Ya me buscaré un día para ir aunque tenga que dejar de dar alguna clase o hacer un arreglo por el estilo. -Pero mamá, pasa de los curas por esta vez. Las cosas salen como salen y esta vez no puedes ir. -¡Hijo qué pesado eres con eso! No son los curas, es Dios. Y es el patrón de los animalitos y hay que
pedirle por Diez. -Mamá, entiendo que eso te apetezca, pero si no es posible... -¡Será posible! No se cómo pero yo no faltaré. -Pero ,mira que hablabas hasta de abandonar tu trabajo. -Los niños del insti son ya mayorcitos y pueden cuidarse sólos. Diez no. ¡Y voy a ir a San Antón! -Pero mamá mira que... -¡Que te calles ya, tontiateo! Diez es mi perro, Dios es Dios y yo voy a San Antón. Puedes apostar tu
vida a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario