-Tía, llevo desde crío
paseando por el Retiro.
-¿Y cómo no os venís
más a menudo?
-Bueno tía ya sabes que
Diez ya no tiene tantas ganas como antes. Y Óscar y yo solemos
quedarnos más buscando trabajo y haciendo cosas...
-Pero si tu hermano ni
se ha levantado
-Pero yo sí , tía, y
hoy he venido. Pero llevo un montón de tiempo pendiente de las
administraciones y las oposiciones.
- Por la mañana te
quedas en casa y no has visto todas las exposiciones que hay como
algunas de Carlos III...
Aquí Fran vio el
peligro y decidió cambiar de tema:
-Oye y qué tal la
bibliotec...
No pudo acbar la frase,
pues se dio cuenta de lo que ocurría con su tía: aburrida desde que
se había jubilado no tenía nada que hacer por las mañanas y
amenazaba con hacer pagar a nuestro protagonista las consecuencias.
-Sí, florito, vente un
día a ver lo que hago. Mira, a partir de esta semana vamos a buscar
un día para vernos. Te voy a llevar a exposiciones, a pasear, a
bibliotecas...
-¡Tengo que encontrar
un trabajo! -dijo nuestro protagonista creyendo que lo decía para
sí, pero pronto su tía le sacó del engaño.
-No, que ya verás cómo
conmigo nunca te va a sobrar el tiempo.
-¡Hostia puter!
-¿Qué has dicho? ¿No sería algo blasfemo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario