sábado, 11 de marzo de 2017

Su personaje se lo ha comido

-¡Fran dúchate! -gritó Juan gordal mentras se rascaba recién levantado a las doce y con los ojo ojerosos.
-Me he duchado hace tiempo Juan. Además está aquí Carolina que ha venido a vernos.
-Hola, Cárol.
-Me alegro de verte, porque venía pensando en tus escrituras y he visto...
-Bueno, me vuelvo a la cama. Avísame para comer, Fran.

Aquello desbordó la paciencia de nuestro hombre y su hermana. Carolina había venido muy específicamente a ver a Juan y este no se dignaba a hablarle. Más aún, solo se había levantado para ver si podía ofender a Fran.

-¡Si no fuera mi hermano, haría tiempo que lo hubiese mandado a la mierda! ¡Sólo le mueve el tocar los cojones!
-No hay derecho a que una venga así preparando, buscando cosas para él y que ni te quiera ver.
-Ya, Cárol. Si esto es así todos los días.
-Bueno, háblame un pco de vuestras cosas.

Fran habló sobre su espera en las oposicines, un poco de la comida... así hasta que Carolina se fue.

-Me voy con un disgusto tremendo, que este tío ni haya querido verme.
-Ya se lo diré, Cárol

Según Carolina se fue, Fran se puso a preparar la comida. Entonces Juan apareció:

-¡Baja el fuego que se te va a pegar el cocido!
-Oye Juan, ¿has visto el disgusto que le has dado a Cárol? ¿Tú te esfuerzas por ser desagradable o cómo va?
-Luego te hablaré un poco sobre echar mierda de mí en las vistitas.

Fran se quedó ante la olla preguntándose si su hermano había llegado a parodiarse a sí mismo, o ese era su verdadero comportamiento.

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