¡Yoenunatrincheranomemeto...!

-¡AyhijosquédíahetenidoheidoconmisalumnosaverunareconstruccióndelaBatalladelJaramaylosniños

sehanqudadomuympresionadosporlastrincherasyqueríanqueyobajaseaunaperomedabatantacosaque

noqueríameterme...! -dijo Doña Marta Palacios después de una excursión con sus alumnos.

-Joder, mamá, claro que las trincheras eran terribles, pero tú sí que estás para ir a la batalla -dijo nuestro protagonista

-Nohijoyasabesqueuntímíomurióenlaguerraporunobúscosaquesiempremehaimpresionadomuchoyo

nopiensoirysivoyrehuirélastrincherasnoquierosabernadadeellasperohastahoyaunquehabíaoídohablar

deloterriblesqueerannolashabíavisto...!

-Pues imagínate, claro, habrás visto al menos Senderos de Gloria o el Caballo de Batalla de Spielberg. Todo el día metidos en zanjas embarradas cayendo mientras los obuses, y dos veces al día intentar tomar al asalto -intervino Juan.

-Buenomehandichoqueavecessetirabanmesessinpegarunsolotirovigilandoalenemigoyfumandooescribiendocartas...

-Si hacemos caso a casi todas las pelis de guerra escribir cartas a la novia o la familia es llamar a los obuses.

-Puesntoncesaverquémasseibahacerallíhijosquedeverdadhoymehaescandalizadolodelastrincherasyonoquieroirauna...

-Pues no lleves a más niños allí y...

-Nohijossimelohepasadomuybienperoyoenunatrincheranovoyaentrarjamáspaseloquepase...

-Pues como hay una guerra contra los moracos...

-Yodesdeluegonomemetoenunatrincheraquehoymehaimpresionadoporqueeramuchomásterribledelo

quehabíaoído...

-Que sí mamá. Que no irás a la trinchera.

-¡Peronuncajamásdelosjamasesqueyameenterraráncuandomemueraunatrincheraesterrible...!

-Joder, qué perra ha cogido.