-Mamá -preguntó aquel niño- ¿Y
cuanto gana el tío Alberto?
-800 euros
-¿¡¡¡Al día!!!? -dijo el niño
sorprendido
-No, al mes. Ya te he dicho que estaba
en lo normal.
Nuestro protagonista que junto a Juan
Gordal pasaba cerca no pudo reprimir la carcajada.
-Ojalá eso fuera el sueldo normal.
-Bueno, el crío también se ha
extrañado de que eso fuera al día, por mucho que lo creyera.
-24000 pavos al mes sería eso. Yo si
llego a ganar eso al año ya soy feliz.
-Sí, pero a mí también me da algo
de pena que el crío haya descubierto la cruda realidad de los
sueldos de mierda que hoy se pagan.
-En algún momento debía enterarse.
Tampoco ha llorad y pataleado.
-Los que deberían montar un pollo por
cosas como estas son los adultos, y no lo hacen.
-Sí, porque encima si hacen el más
mínimo gesto contra la explotación los despiden.
-¡Coño, al final nosotros vamos a
ser más infantiles que el crío, temerosos de castigo y sin luchar
por lo que es nuestro conociendo el valor de las cosas!
-Pues a ver si aprendemos.
-A ver, sí.
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