lunes, 13 de noviembre de 2017

Cuestión de acostumbrarse.

-¡Joder, y es lo que se está imponiendo! -exclamó aquella noche nuestro héroe al encender su lámpara.
El día anterior se había fundido la luz de su cuarto, y nuestro protagonista había tenido que cambiar la bombilla. La nueva era una bombilla LED de las de ahora, ya que cada vez costaba más encontrar de las convencionales. Su luz era mucho más blanca y potente de lo que estaba habituado nuestro protagonista.

-Amímepasóalcambiarladelacocinaesmuchomás
blancaperoahorayanospareceatodosnormalescosa
deacostrumbrarseyaveráscómoenpocotiempo
solotienesque usarla...
-Vale, mamá, buenas noches -dijo nuestr protagnista y se metió en la cama con los ojos aún estremecidos del fogonazo.

Por la noche, como de costumbre, nuestro protagonista fue al baño y a por un vaso de agua, y al encender la luz de su cuarto de nuevo sus ojos quedaron parcialmente deslumbrados.

-¡Ahora me va a costar tooda la noche volver a dormirme! -dijo. Sin embargo en la cocina, la luz, que era del mismo tipo no le produjo ningún efecto-. Será cosa de acostumbrarse, sí.

Al día siguiente se puso al leer un libro con aquella luz y ya empezó a parecerle más normal.

-Quétalvaesaluzparaleerhijoqueyoaúnnolohehechoyparecequetúsí...
-Pues al principio me costaba, mamá, pero parece que ya me voy acostumbrando.
-Puessigastanmenosyduranmássinfundirsenomeextrañaquesevayanimponiendoesasbombillasdentro
depoconohabrádelasotrasperoahorabvenalamesa...

Nuestro protagonista se levantó y acudió pensando que en efecto, valía la pena pasar un día malo, luego todo eran ventajas, a ver si es verdad que duraba más y... Entonces su pie se enred´en el hilo de la lámpara, y esta cayó rompiéndose la bombilla.

-Joder, y ahora a recoger los cristales a oscuras. Pues si va a durar esto no me convence, no -dijo, ypensó que apartir d entonces tendría que extremar el cuidado al andar con su lámpara.

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