―¿Entonces
te ha gustado? ―Preguntó Juan
Gordal.
―Sí,
es una novela muy curiosa, porque es muy de los temas espirituales,
de valores y de moral que le gustan al De Prada pero logra hacerlo
entretenido ―contestó nuestro protagonista .
―Hombre,
Juan Manuel de Prada será rancio, ultracatólico y chapado a la
antigua, pero es un pedazo de escritor ―aseveró Juan.
La novela dela
que hablaban era La
Vida Invisible, que
muestra como un escritor joven que ha llegado hace poco al éxito y
que está a punto de contraer matrimonio realiza un viaje por los
Estados Unidos, durante el cuál conoce a una admiradora que acaba
perdiendo la cabeza por él y a un buscavidas herido en el Vietnam
que lo pone en contacto con una antigua pin-up
de los 50. desaparecida hace muchos años de la escena, pese a ser un
mito erótico. Haciendo honor a su título muestra las peripecias y
problemas q ue puede esconder gente de la que creemos saberlo todo, y
lo oscura que puede ser la realidad de personajes que tenemos
idealizados. Personajes quehan tenido momentos muy duros en su vida,
que muestran cómo en realidad no deberíamos envidiar o idealizar
tanto.
―La
vida que pone a la playmate
es terrible ―dijo nuestro protagonista ―, pero sin embargo parece
que está todo lo que dice justificado en la novela por desagradable
que sea.
―Y
la tarada de su admiradora, que a ratos te ríes con ella, y a ratos
te acojona.
―Si
no fuera porque sería un gilipollez que no creo que nadie sea tan
imbécil como para hacerla, diría que el escritor que pone es una
versión guay del propio De Prada.
―Sí,
católico, tradicional, cultureta...
―Y
cómo logra retratar bastante bien las capas sociales más bajas en
Madrid, en Chicago...
―Por
cierto, recuerdo que el escritor decía ser de una "ciudad
levítica" que no se nombra en ningún momento
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