miércoles, 12 de octubre de 2016

La naturaleza está en todas partes.

Aquel otoño, Diez ya tenía una edad respetable para un perro, 11 años y medio, y cada vez costaba más sacarlo de casa. Ya no llegaba al Retiro, y la familia Gordal Palacios debió buscarle otro emplazamiento más cercano para sus paseos. Lo encontraron en un parque al que hbían dado lugar unos viejos cuarteles militares abandonados.

-Joder, ahora no hay manera de salir lejos, nos va a dar un jamacuco -dijo Juan Gordal.
-La verdad, solo salimos dos manzanas más lejos de casa, no hay quien lo aguante -admitió nuestro héroe
-Y por el Retiro ibas viendo gente, naturaleza...
-Aquí no hay nada... ¡Pero aun así se esconde, el muy cabrón! ¡Diez! -llamó nuestro hombre-. ¡Diez! ¡Diez!
-Ha desaparecido, a ver donde se ha metido.
-¿Cómo es posible? Aquí solo hay dos parterres, unos barracones...
-Pero es enano y negro.

La agitación de unos setos al fondo del parque les mostró a los hermanos dónde se habí metido su perro y al ir a buscarlo, Fran observó algo: Un araña blanca de considerable tamaño había tendido una enorme tela entre esos setos y un árbol cercano.

-Mira, Juan. Es muy bonita.
-Joder, Fran, te quedas embobado con cualquier gilipollez.
-Y aquí hay unas hormigas sacando sus pulgones a paseo. Son los únicos animales granjeros ap`rte de los humanos.
-Lo que quieres o intentas decirme es que aquí también hay cosas que ver.
-Pues sí, entodas partes si uno sabe donde mirar.
-¡Anda vámonos a casa, a ver si en la tele tenemos algo mejor.
-Hombre, solo te digo que intentes disfrutar con lo que hay.
-Pues eso haré, con lo que hay en la tele. ¡Y no me compares esto con el Retiro!

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