Nuestro protagonista se
levantó aqul día a las diez. Pensó en varios asuntos pendientes
que podría llevar a cabo: comprarse zapatos que iba necesitando,
camisetas, estudiar las oposiciones... Bueno, con buen tiempo
apetecía hacer cosas. Mientras tenía el desayuno en las manos, Doña
Marta Palacios volvió de sacar a Diez por lamañana y le turbó:
-AyhijoyatehaslevantadoyollevodesdelasochomoviéndomemelohepasadomuybienconDiezyahora
mevoyaverunconcirtodeclavicordiotambiéntengoaquílacarteleramiraaversihayalgoquequeráisver
yaveoqueestáscomiéndotelasmanzanassihayquetraermás...
-Joder, mamá, estaba
desayunando, pensando qué iba a hacer hoy y resulta que...
-Esqueyonopuedopararquellevovariosdíasdecorreccionesnotasyclaustrosyporfinpuedodedicarmea
loquemegustaestoypensandoentodoslosconciertosquehayqueverenquedarconmisamigasenver
exposicionesdelhambreenelmundocomprarlibrossobreelprocesoderecuperacióndelasquehansufrido
unaviolación...
-Estás por fin de
vacaciones y hablas de hacer más cosas que cuando trabajabas.
-YmuchasgraciasqueledoyaDiosporestasvacacionesquelosniñosestabantambiéndeseandopillarlas
yaverásconquéganasvuelvnyesoqueellosnovanairatodaslasmisasyoficiosreligiososquevoyyo...
-Mamá, que eso era en
Semana Santa.
-ComosihubieraunsolodíaquDiosnosquieraalgúndíadescubriráselfervorreligiosoysiempreestarás
felizcomoloestoyyoporqueelSeñor...
Fran escuchó la
perorata de su madre mientras tomaba el último trago de su desayuno.
Al vestirse para ir a por su ropa pensó en la suerte de Doña Mrta,
una mujer que le gustaba su trabajo, que le atraían un mntón de
cosas en el mundo, y que siempre parecía estar en una febril
actividad que le gustaba. Realmente, se dijo, si uno disfruta con lo
que hace tiene las mejores vacaciones.
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