martes, 17 de abril de 2018

La perra de cincuenta pies.

Juan y Fran Gordal paseaban a Diez por el parque, y de pronto este se puso muy tenso. Nuestros dos protagonistas decidieron soltarlo y se encaminó hacia un bonito perro negro. Despues de olisquearlo un buen rato, Diez se puso muy contento y empezó a danzar y dar botes alrededor de éste. Luego intentó empinarse detrás de él para llegar a olerle el culo.

-Claro, dijo nuestro protagonista. Es una perra.
-Bueno, déjale que corretee -dijo Juan.

Diez estaba dando saltos y vueltas con ella. Una vez que se movió, al ser mucho más grande, Diez salió despedido, pero en seguida se recuperó y persiguió de nuevo a la perra, intentando continuamente llegar a montarla-

-Diez, te viene grande -dijo Fran.
-Bueno, para una vez que se relaciona déjalo estar.

Ambos perros jugueteaban diez minutos hasta que llegó el momento de irse. Diez opuso resitencia, estaba así de determinado a lograrlo.

-Pero Diez, si te viene grande. Es como si yo intentara hacérmelo con una mujer de diez metros.
-Pero el tío está decidido, Ojalá yo tuviese el mismo ánimo -dijo Juan.
-Tú no lo tienes ni con las enanas. No te digo con una mujer que te redujera así a la insignificancia.
-Eso sobraba, y más en tu caso, que comparadas contigo todas las mujeres son enanas.
-Bueno, no te cabrees.
-No, es que siempre tienes que echarme en cara ser enano.
-Que no, que era todo por el perro...
-Sí el perro. Pues te vas ajoder porque tú no eres grandón. Eres gordo.
-Juan que no iba por ahí..
-Estás hecho una bola .
-¡Jodeeeeer!

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