martes, 25 de septiembre de 2018

Éxito con un sector concreto.

-Asi que usted era costurera... -dijo nuestro protagonista a la madre de Alvarito.
-Sí, hijo. Y me gustaba lo que hacía, pero la verdad, me he adaptado bastante bien a la jubilación.

Nuestro protagonista había ido a las fuestas de Coslada con Alvarito y Carolina. Había conocido a varios miembros de la familia de este último, una familia admirable, de gente que curraba y sacaba adelante a los suyos y a otros, todo ello, además, sin perder en ningún momento la sonrisa y el buen humor. La matriarca de aquella familia hablaba con nuestro protagonista de cómo era la jubilación cuando al jubilado en cuestión le gustaba su trabajo, algo que en los últimos tiempos preocupaba a Fran sobre todo por cómo encajaría Doña Marta Palacios que le quitaran una actividad diaria que le gustaba. Con lo que le había dicho, nuestro protagonista volvía contento a su hogar, viendo que esta le había dado buenas señales para enfocar ese cambio.

-Pues muchas gracias, hijo -le dijo Doña Marta-. Por cierto, que dice la madrina de mi hermana que agradeció mucho tu visita y que hay que ver lo grande que eres.
-Sí me lo dijo entonces, yo no tenía mucha relación con esa señora, pero como siempre preguntaba por mí, fui a verla con gusto.

Dos días más tarde, nuestro protagonista estaba realizando unas compras para recibir a su hermana en casa. Al bajar, el portero le dijo:

-Oye, Fran, que dice la señora a la que el otro día ayudamos a entrar que eres muy buen mozo, y que parece mentira que pienses en ella.
-Nada, lo hago con placer.

Miestras pedía la carne en el mercado, la tía Clara le mandó un mensaje al móvil: Hola, Fran, parece increíble que te acuerdes tú de una tía anciana como yo. De verdad muchas gracias, porque cada vez que me escribes todas las semanas se me sube mucho la moral, estoy muy agradecida. Nuestro protagonista aún estaba mascullando aquello, mientras recibia a su hermana.

-Fran, que dice la madre de Alvarito que eres un tío genial, que cómo la escuhgaste y la valoraste-

Nuestro protagonista con todo aquello empezo a pensar en algo. ¿Será posible -pensaba para sí-, que sólo tenga éxito las señoras de edad? ¿Qué pasa con las que estan en mi tramo?

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