sábado, 26 de enero de 2019

Jamás tendré 20 años

-Pues yo he oído gente que pone este tebeo muy mal -dijo Juan Gordal-, que sobre todolo tacha de maniqueo y como sin doblez.
-A mí me ha gustado mucho. A lo mejor quizás por presentar la historia de modo simple, muy en términos de buenos y malos, pero sobre todo porque se disfruta leyéndolo, al contrario que otros de temática similar.

Jamás tendré 20 años cuenta la peripecia vital de una familia de anarquistas, la propia familia del autor, Jaime Martín,  desde el comienzo de la guerra civil hasta los tiempos actuales, centrada principalmente en la abuela, Isabel, una joven revolucionaria en el momento en que empieza la historia, que vive el alzamiento desde el mismo principio, va viendo como mueren sus compañeras y luego debe rehacer su vida, recurriendo a un montón de triquiñuelas: estraperlo, pequeños negocios... El cómic muestra las heridas abiertas y la resignación, pero transmite una esperanza y una alegría muy difícil de encontrar en otros cómics de temática similar. Y subyace un oscuro secreto del abuelo que sólo se desvela al final del tomo.

-Pero mira, Fran, aquí es verdad que no hay doblez. Los malos son guardias civiles con mostacho de aspecto muy siniestro, monjas fundamentalistas... Y ni un personaje que dude, que tenga una historia detrás...
-Yo eso no lo discuto, pero desde luego, tambiñen ilustra esa época y después de leerlo no me pasé depre tres días, como con el de Kim que también era de temática similar.
-¿Entonces el que más recomendarías de esta temática?
-Si uno además necesita algo de esperanza y alegría, desde luego que sí.


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