-A mí me ha gustado mucho. A lo mejor
quizás por presentar la historia de modo simple, muy en términos de
buenos y malos, pero sobre todo porque se disfruta leyéndolo, al
contrario que otros de temática similar.
Jamás tendré 20 años cuenta
la peripecia vital de una familia de anarquistas, la propia familia del autor, Jaime Martín, desde el comienzo
de la guerra civil hasta los tiempos actuales, centrada
principalmente en la abuela, Isabel, una joven revolucionaria en el
momento en que empieza la historia, que vive el alzamiento desde el
mismo principio, va viendo como mueren sus compañeras y luego debe
rehacer su vida, recurriendo a un montón de triquiñuelas:
estraperlo, pequeños negocios... El cómic muestra las heridas
abiertas y la resignación, pero transmite una esperanza y una
alegría muy difícil de encontrar en otros cómics de temática
similar. Y subyace un oscuro secreto del abuelo que sólo se desvela al final del tomo.
-Pero mira, Fran, aquí es verdad que
no hay doblez. Los malos son guardias civiles con mostacho de aspecto
muy siniestro, monjas fundamentalistas... Y ni un personaje que dude, que tenga una historia detrás...
-Yo eso no lo discuto, pero desde
luego, tambiñen ilustra esa época y después de leerlo no me pasé
depre tres días, como con el de Kim que también era de temática
similar.
-¿Entonces el que más recomendarías
de esta temática?
-Si uno además necesita algo de
esperanza y alegría, desde luego que sí.
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