sábado, 26 de enero de 2019

El defecto que encuentra una madre.

-Bueno, no hemos comido mal -dijo nuestro protagonista acabándose aquel tandori de cordero.
-Joder, hacía lo menos diez años que no comía en un indio -respondió Juan Gordal-, y la verdad es que recordaba esta comida con más especias, con más sabor.
-Ahora vamos a una terraza a tomar el café y hacer la quiniela ¿eh?
-La verdad es que llevamos unos días que vivimos casi como si ya hubiera tocado.

Era cierto que el nuevo año no había comenzado nada mal en absoluto para los dos hermanos. Habían acrecentado su colección de cómics, salían todo lo que querían, habían conocido sitios nuevos... Además no estaban descuidando, de momento, los propósitos que se habían puesto para el año y entrenaban. Como es lógico, en la terraza hablaban de ello.

-Joder, es que es de esas épocas que hasta me como la cabeza pensando que algo malo está a la vuelta de la esquina -dijo Fran
-Razón de más para disfrutar de esto. Por cierto, me acuerdo de mamá, porque ella seguro que en el indio no hubiera querido comer nada.
-También ha ido con sus amigas. Mira, de verdad te lo digo que cuando la veo a ella disfrutar es de lo que más me gusta ahora mismo.
-¿Por qué no envías un mensaje a sus amigas? Tienes su grupo en el Wassap.
-Ahora se lo envío.

Mientras los dos hermanos terminaban su día en las tiendas de cómic del centro de Madrid, un mensaje de respuesta les confirmó que Doña Marta había comido bien y que estaba disfrutando de una conferencia sobre historia precolombina.

-Bueno, pues aprovecha esta época, porque es de las pocas que todos hacemos lo que nos gusta.
-A ver lo que nos dice mamá cuando la veamos.

Aquella noche los dos hermanos recibieron a su madre y se alegraron de oír sus vivencias mientras contaban las suyas. Pero Doña Marta sí encontro un defecto al día:

-Jesúshijosycómoosvaisacomeresoallíqueestaría
todollenodeespeciasyasabercómooshanpuestoel
corderoconloricoqueestñaasadonormalmente
nosotrashemoscomidochuletóncomodebesery
depostrenatillasynotodasesascosas
conespeciasrarasytal...

Los dos hermanos sonrieron y remataron:

-Bueno, es lo que suponníamos.
-Ya lo sabemos, no hubiera disfrutado nada, nada.

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