sábado, 23 de febrero de 2019

Las carnes.

Juan y Fran Gordal hablaban de comidas exóticas de otros países. Nuestro protagonista insistía en algo que había dicho muchas veces:

-Juan, en realidad, los ingredientes básicos son todos los mismos lo que cambia son los condimentos y preparaciones.
-Bueno, no sé qué decirte, porque aquí están empezando a llegar muchas cosas que nadie conocía. De momento son verduras y legumbres, arroz de otras clases pero con tantos sudamericanos aquí pronto llegarán los cobayas. O cuys, como dicen en el Perú.
-Lo más exótico que yo creo que me han dado es chapulines nuestras amigas las mexicanas. Y no es lo habitual. En general sirven nachos, carne de pollo o cerdo, etc.
-Bueno, con Alvarito y Cárol también hemos tomado carnes tan exóticas como ñu, canguro, avestruz, etc.
-Y fíjate que eran casi iguales que las carnes normales. Yo por lo menos no diferencio el ñu de la ternera normal. Ni el alce, e incluso eso nos lo sirvieron en un sitio muy especial, no un restaurante típico de ningún sitio.
-Yo te digo que a ellos no les sorprende nada nuestro comu a nosotros lo suyo.

Curiosamente al decir esto ambos hermanos pasaban ante un establecimiento conocido en su ciudad por sus embutidos y salazones, con miles de jamones colgando del techo. Y casualmente un niño mexicano (a tenor de su acento) habló entonces ante el establecimiento:

-Papá ¿vieron cuántas carnes colgadas?

Fran rompió a reír y dijo a su hermano:

-Ya ves, carnes las llama. Es cerdo, en salazón y colgado pero cerdo. Y le ha llamado la atención.
-Pues cuando lo pruebe va a flipar -dijo Juan.
-Desde luego, en sabor como nuestro jamòn no hay ningún plato exótico o no.
-Y sí, parece que nuestra cocina también es exótica en el resto del mundo.


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