Fran observaba cómo se combinaba la
ropa que se había puesto. Iba a salir fuera junto a Juan Gordal para
comer fuera. A lo largo de la mañana habñia pensado si ponerse unos
vaqueros, unos pantalones negros, la camiseta que mejor combinara con
ellas, las lentillas o las gafas... Todo parecía ya estar decidido y
sólo quedaba ponerse la camisa . La verdad es que en aquel momento
disponía de una variedad de ropa como pocos meses antes era
impensable: rojas, blancas, negras, a cuadros, a rayas... Después de
mucho pensar se decidió a ponerse la azul a cuadros que habían
recibido en los Reyes. Se la puso, se miró en el espejo... ¡Caray,
estaba realmente bien preparado para salir!
-Juan, ya estoy listo.
-Vale, ya salgo Ahora acabo de
ducharme.
En ese intervalo Fran esperó leyendo
tebeos, limpiando, mirando la programación de la televisión... Por
fin, en unos 40 minutos, Juan avisó que ya estaba listo. Fran lo vio
salir de su cuarto y dirigirse al salón. Y entonces Juan lo
sorprendió para mal:
-Joder, Fran, si te has vestido igual
que yo.
-Oye, yo me he vestido antes, tú eras
quien tendrías que haberte fijado. Pero no querrás que ahora me
cambie para salir.
-No, por supuesto. Pero ahora vamos
igual
-Mira, yo veo que tienes una camieta
blanca, una camisa a cuadros pero de otro color... No me vengas con
hostias.
-Bueno, es cierto, que ya llegamos
tarde. Vámonos.
Nuestro protagonista fue a por su
chaqueta a su cuarto y...
-Joder, ¿también te pones chaqueta
larga negra?
-Pues ponte ytú la de cuero, no me
jodas.
-Mira, vámonos, pero a ver si
aprendes a no imitar a otros.
-Pero si me he preparado en todos los
pasos antes que tú.
-Y aun así te has puesto igual quye
yo, aprende a pensar.
-Mira, vámonos a comer, que me estoy
cabreando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario