viernes, 4 de junio de 2021

El hombre que pudo reinar.

 


Parece mentira lo que molan estos argumentos, y mira que es básico, dos buscavidas occidentales en un lugar remoto ⸺dijo nuestro protagonista viendo aquella película.
Y aquí yo veo además que sin marcar a los lugareños y a la otra raza, ni demonizar a los blancos ⸺añadió Juan Gordal


El hombre que pudo reinar era una de las películas más amenas y bien acabadas del director John Huston. Encabezada por dos de los actores más prominentes del cine británico, Sean Connery y Michael Caine, lleva a la pantalla un relato de aventuras de Rudyard Kipling sobre la base de la experiencia colonial inglesa del siglo XIX y lo que él llamó “el gran Juego”. Caine y Connery interpretan a dos soldados indisciplinados y disolutos del imperio colonial británico que por puro azar descubren una ruta hacia el olvidado reino de Kafiristán. Tras entrar en contacto con los nativos, uno de ellos es tenido por un Dios, situación que se complica cuando los nativos descubren que no es tal.

Es muy típica de Kipling, se nota su mano en todo ⸺comentó Juan.
Y John Huston entendía el cine de aventuras como nadie ⸺respondió Fran.

También Caine y Connery están tremendos en sus papeles. Caen simpáticos, se los ve valientes, decididos, pero humanos a pesar de todo.
Y los nativos al final les demuestran que no están por encima de nadie.
Lo típico de los occidentales que se creen superiores, que llegan a ser considerados dioses, pero que se llevan un chasco.
Y todo ello, insisto, logrando que Caine y Connery tampoco caigan mal, se los ve aprovechados, trepas, buscavidas, pero tampoco unos desalmados.
Y Kafiristán hoy es parte de Afganistán o sea que al menos en la distancia, nos parece igual de salvaje e inhóspito.
Sí, algunas cosas son difíciles de cambiar.


Ficha de la película, aquí

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