-Siempre me sorprende Kurt Vonnegut -dijo Fran-. Y tiene una forma muy particular de escribir, con
frases geniales como ese “cuando los hombres tenían el cerebro grande.”
-Este libro es sin duda el mejor que yo he leído de la evolución desde un punto de vista de
ciencia-ficción
.
Galápagos narraba con el estilo característico del gran novelista americano lo ocurrido a partir de un
apocalipsis finaciero-natural que supuestamente ocurriría en 1986. Como siempre, Vonnegut recurría a un
narrador omnisciente, aunque con una interpretación muy particular de los hechos que observaba, en este
caso un espíritu que observa la evolución humana durante el millón de años siguiente al desastre que
desencadena la novela. En concreto, se da una terrible crisis financiera seguida de una epidemia, que
provoca que los únicos humanos que aún pueden reproducirse sean unos náufragos de una isla ficticia
semejante a las Galápagos. Este suceso provoca una evolución de la raza humana en dos vertientes, una
en el resto del mundo y otra en la isla, con un desenlace sorprendente.
-Subyace un poco la idea de que quizás evolutivamente ser inteligente no es una ventaja -dijo nuestro
héroe.
-Sí, es una conclusión inquietante, pero tampoco los que quedan en el resto de la tierra les va mejor.
-Solo el espíritu que cuenta la novela lo verá.
-Pues sí, porque según el relato, aunque lo veamos, perderemos la inteligencia humana en otra vía
evolutiva.
-Y lo curioso es que al final, uno encima se ríe con algo tan terrible.
-Sí, Kurt Vonnegut sacaba el humor para todo.
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