-Puestengoquecorregirporqueahoranosmandanmás
cursosqueantesauqnueesoslumbrerasdelgobierno
dicenqueyatodoestásuperadoy...
-Pero mamá, que no decimos que no corrijas, pero
disfruta un poco de tu cumpleaños -dijo nuestro
protagonista.
Doña Marta Palacios llevaba toda la semana
previa a su día llamando a Carolina, a la Tía Maria
Cristina, mirando su correo, la noche anterior había
comprado la comida y ahora se empeñaba en
prepararla ella
-Mamá, a tu edad y todavía haciendo todo eso ...-comenzó a decir Juan solo par ser cortado por la
matriarca de los Gordal Palacios.
-Hijomequeréisrecluiryaydejarmedeladoperoaúnpuedohacercosasyademáslacomidanoseprepara
todavíatengoquetraersalmónporqueaCarolinalegusta...
-Pero mamá, si ya trajiste la comida y tenemos de sobra. No traigas más, hombre.
Pero Doña Marta no escuchaba a nadie, y trajo el salmón. Y se empeñó en prepararlo aunque los dos
hermanos, y también Carolina y Alvarito cuando llegaron y trataron de convencerla que ya tenían de
todo.
-Joder, mamá -dijo Carolina-, era tu cumple no el mío. Teníamos en la mesa jamón, quesos, nueces,
aceitunas...
-Yoenmicumpleañosnecesitoamihijafelizyestoydispuestaahacerloqueseaporconseguirlaesmejorque
cualquierregaloyesperoqueseaasímuchosañosporqueyoosquieroyahoratengoqueponermeacorregir
aqunqueparecequenomehanllamadodeselectividad...
-Bueno, al menos espera a ver nuestros regalos -dijeron los hermanos al unísono.
Fran y Juan Gordal le habían comprado dos libros de temática histórica que sabían que quería, y
Carolina una blusa. Doña Marta recibió todo con gusto. Pero Fran no pudo dejar pasar una observación.
-Carol, esa blusa es casi igual que los camisones de hospital, el pobre papá lo vi así demasiadas veces
para que me guste.
Doña Marta le pegó inmeditamente una colleja:
-Niñonosécómonotedavergüenzaesotuhermanalohahechocontodasuilusiónlablusaespreciosayvastúy
dicesesaburradaylahundesnopuedesaunquetúmeregales...
-Bueno, mamá, cálmate un poco y disfruta, hombre
Doña Marta reaccionó inmediatamente:
-MeencantacorregiryesperohacerlomuchosañosmásydoygracisaDiosporestosynopiensojubilarme
porquemegustamitrabajoysoloquieromásañoscomohastaahoraconvosotrosymitrabajoy...
-En fin, mamá felicidades. Yo no sé cómo aún tienes fuerza. Mira, hasta Diez está hinchado y
arrastrándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario