-Pues el blanquito logró aguantarle dos Rounds al mejor Foreman. No
es fácil -dijo Juan Gordal.-Hombre, Juan. Era la famosa “esperanza blanca” en aquel momento.-Pero ya sabes cómo noqueaba Foreman.Ambos hermanos hablaban del combate que en 1970 enfrentó a una
joven promesa negra, George Foreman, quien como todos sabemos
asombraría al mundo durante décadas por su impresionante pegada,
con George Chuvalo, seguramente el mejor peso pesado blanco de los
sesenta y setenta. El canadiense se enfrentaba a diez Rounds contra
un Foreman con un record que empezaba a meter miedo: 21 a 0 con un
único oponente que le hubiese llegado al término del combate. Su
tocayo, por el mero hecho de ser un gran boxeador blanco recibía
múltiples ofertas y oportunidades por parte de los organismos de la
época, que querían que el peso pesado volviese a manos caucásicas. Y la verdad, es que no empezó
mal.-Se estaba moviendo, no diré que lo tuvo ganado, pero
desde luego le creó incomodidades.-Eso era lo que tenía que hacer, pero en cuanto la pegada
de Foreman te caza una vez te deja tonto.-Yo no diría que fue eso. Me parece que en este momento
del tercer Round, Chuvalo pierde la cabeza e intenta
intercambiar con Foreman. Y ya sabes lo que pasa si eso
ocurre.-Bueno, una nueva victoria para Foreman. Aguantó así
cuatro años más, hasta Alí.-Y sólo dejó de noquear una vez en ese intervalo.-Y al contrario de la tormentosa vida de Chuvalo, después
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