-¿Has intentado subir
por aquí en bici, Fran? -preguntó Alvarito que era un apasionado de
la bicicleta.
-Me pongo a sudar y
temblequear solo de pensarlo. Está lejos de mi casa, además.
-Pues yo no digo que lo
hiciera -prosiguió Alvarito-, pero me gustaría probarlo a ver cómo
es.
En aquel momento
nuestros protagonistas se apartaron para dejar paso a una chica que
subía a toda velocidad en su bicicleta. En pleno barrio de Lavapiés
y cercanías, donde se ocultan unas pendientes que Fran ya había
pensado alguna vez que sería buenas para la llegada a término de la
vuelta ciclista, aquella mujer subió en tres pedaladas cuatro
bloques de viviendas.
-Eso es alucninante
-dijo Alvarito.
-Pero es una bici del
Bicimad, cuñado -puntualizó nuestro protagonista-. Esas tienen un
motorcito de esos que ahora buscan en el tour.
-Pues me ha parecido
todo un hallazgo, yo quiero uno -dijo Alvarito.
-¿Y entonces dónde
queda el ejercicio que hacemos n bici? -preguntó Carolina.
-Ya lo haremos de otro
modo, pero yo quiero uno.
-Bueno, pero recuerda
que en el tour y similares son ilegales ¿eh?
-Sí, ya he visto por
qué. Yo creo que con eso me subía dos Tourmalets.
-Bueno, sin exagerar.
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