-Es que cuando uno está
muy gordo eso ocurre muy a menudo -respondió Juan
-Sí, yo mismo lo sufrí
hasta que aprendía fijarme.
-Pues deberías de algún
modo decirlo y dar publicidad al problema.
-Como si no hubiese ya
suficientes causas chorras por el mundo, ahora empezar la cruzada
contra los culos.
Los dos hermanos
salieron de aquella cafetería y volvieron a casa hablando de
aquello.
-Total, todos tenemos un
culo y nos quejamos de...
-¡Mira, Fran, allí!
-dijo Juan señalando a una tienda de electrónica.
Fran volvió la vista
pero no entendía lo que Juan le decía. Delante de él había un
hombre negro muy grande, por detrás una pareja de novios y luego...
bingo. El escaparate transparente de la tienda dejaba ver a una chica
con unos pantalones muy gordos agachada de modo que su espectacular
culo llamaría la atención de todo el que lo viese.
-Es que esa más que
pantalones lleva unas bragas vaqueras. Pero bueno, ya ves que tu
cruzada anticulos no es necesaria.
-Si eras tú el que
quería ponerla en marcha.
-Pues lo que haré será
reivindicar culos como ese.
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