lunes, 25 de septiembre de 2017

Lo que no debe hacerse con el arroz y la carne


-Pues estaban muy buenas estas judías verdes mamá -dijo Fran sobre el primer plato--. Y sabes que a mí es difícil que me guste la verdura.

-Puesdesuegundohabíaunosfiletesbuenísimosdecontraempanadosestarándeliciososyaloveréisaunque

noséporquénosalíahoybienelrebozado...



Esta afirmación en la perorata de Doña Marta Palacios alarmó a Juan y Fran, que ya se esperaban algún desastre en el mismo. Cuando aparecieron los filetes , nuestro protagonista hizo un esfuerzo por reprimir una exclamación de sorpresa y por decirle finamente a su madre el tremendo error que había cometido:



-Estooooo... Mamá... ¿Por qué los filetes están llenos de granos de arroz crudo?

-Andaeraesopuessevequeelpanrayadoestabaenunbotequnosevaciódeltododearrozy...

-¿Y no te diste cuenta cuando lo rebozabas?

-Yocreíaqueeranmiguitassonblancostienenlamismatexturaytamañoy...

-¡Me cago en la leche, aquí nunca hay forma de comer proteína! -gritó Juan.



Fran probó los filetes pensando que quizás se rebozado no estubiera tan malo una vez pasó por la sartén, pero...



-No, no hay por dónde cogerlo. El arróz está duro y da mal sabor

-Buenohijospuesbastaconquitarleselrebozadoyomelovoyacomeryloqueharéserátenermáscuidadocon

losbotes...

-¿Y los seres humanos qué comemos? -dijo Juan.
 

-Bueno, algo en contraremos. Pero mir que joder así el arroz y la carne...

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