Juan salió de casa insistiendo en
martirizar a nuestro protagonista reppitiendo una y otra vez la
necesidad de llevar bien la dieta. Sin duda, ambos habían ganado
peso, pero Juan no dejaba el tema ni un minuto:
-1500 Kcal, Fran. Eso es lo que tienes
que comer cada día. Y hay que hacerlo bien, porque podemos. Ya lo
hicimos una vez.
-Bueno, a mí me da mucha fuerza el
ver que los ejercicios que empezamos los voy dominando.
-Eso es lo der menos, si no se te ve
adelgazar, nadie va a indagar a ver si te cansas o no con las pesas.
Y no perdemos porque tomamos demasiadas cervezas, da igual lo que
extremes la dieta si te bebes luego doce jarras.
-No me bebo doce, entre otras cosas
porque no gano tanto dinero.
-Esto es otra cosa que te tienes que
quitar, no vayas por la calle aireando tus defectos. Que se vean tus
virtudes.
-Bueno, pero ya sabes que para octubre
podemos tener trabajo fijo ambos. Tenlo en cuenta y no lo dejes
pasar.
-Mal otra vez, estás aireando que
ahora mismo eres un parado.
-Joder, Juan, cansa un huevo hablar
contigo de cualquier cosa.
-Y ahora estás aireando mis defectos.
-No, Juan, son tan visibles como que
estas gordo y eres un pesado.
-Pues eso que lo decida la gente.
Nunca debes ser tú quien lo pregone.
-Bueno, ¿quyé tal si hablamos de
cosas que sepamos? ¿Qué tebeos buscas?
-Cuando lleguemos a la tienda pensaré.
Pero esa tarde Juan no encontró ni
los tebeos que buscaba, ni unos pantalones de su talla. Eso le sumió
de nuevo en su desesperación y su diatriba.
-¿Ves cómo estamos gordos? En fin.
¿Quieres una caña?
-Ya hemos hablado de que no
deberíamos. Por mí no. Decide tú si quieres.
-Bueno pues no.
-Encima ni hemos tomado una cerveza,
que me hubiera venido muy bien
-¡Pero si eres tú quien decía que
no debíamos tomarla! Y lo he dejado a tu elección.
-Tú no entiendes nada cuando hablo y
así nos va.
-No, la verdad es que esa paradoja de
la Cerveza de Schrodinger no la entiendo.
-Y encima eres un pedante.
-¡Y tú estás preginando nuestros
defectos, lo que has dicho que no se debía hacer!
-Es que no me entiendes...
-Para nada. A qué negarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario