-Parece mentira lo pocas y malas
películas que sacan este verano en el cine -dijo nuestro
protagonista.
-Ya ves -dijo Juan Gordal, el verano
que era la época de las aventuras y las superproducciones.
-Ni siquiera eso es necesario.
Acuérdate de La tentación vive arriba.
-Es verdad, ya no se hacen películas
como aquellas.
Mira que La tentación era una
película con un argumento manido, el del hombre de mediana edad que
se queda sin vacaciones mientras su familia está fuera, y recibe la
visita de una chica joven que despierta en él sus deseos y fantasías
más oscuras, hasta que un poco por convicción y un poco por miedo a
realizar sus ideas se imagina tan terribles consecuencias para su
familia que sale a toda leche a buscarla. Pero es que las cosas sencillas bien hechas suelen ser las que marcan las diferencias entre los fuera de serie y los que simplemente tienen algo de talento. Y al frente estaban uno de los grandes directores y una de las grandes estrellas del cine de siempre.
-Mira que es topiquísima, una comedia
de verano, con lucimiento de la chica guapa del cine del momento, con
el protagonista torpe, con poco decorado...
-Es que el director era Billy Wilder y
la protagonista Marilin Monroe.
-Yo es que me descojonaba cuando el
tío se las quiere dar de refinado y pone un disco de mñusica
clásica.
-Sí, que ella le responde que ha
notado que era música clásica en que no cantan.
-Y el tío era muy gracioso. Era un
actor cómico muy bueno. ¿Sabes si volvió a tener buenos papeles?
-Bueno. Fue un secundario de lujo en
varias comedias. Y a esta llegó porque había representado el mismo
papel en la obra teatral de Broadway.
-Ya ves, alguien que dirija bien solo
necesita un único decorado, un cara de palo que venga del teatro y
una chica mona y de una peliculilla graciosa para el verano te saca
una obra perdurable.
-Y ahora se gastan presupuestos diez
veces mayores en películas mucho peores.
-Es que eso es lo
difícil, lo que hace grande una película. Que con una comedieta de
verano sean capaces de dejar incluso iconos del cine de los 50
-¿Te acuerdas cuando la
Ana Obregón intetó imitar lo de la falda y el metro?
-Joder si me acuerdo. De
hecho ese recuerdo es lo único malo que ahora le encuentro a esa
película.
-Pero esd bueno que lo
hicieran para remarcar su grandeza.
Ficha de la película, aquí.
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