jueves, 24 de octubre de 2019

Lo que a Juan no le apetece.


Aquel día, Juan tenía que ir a actualizar su situación con la Seguridad Social, paso necesario para participar en un proceso selectivo de guionistas de cómics. Ya lo había intentado el día anterior pero se había levantado con un ojo hinchado hasta extremos increíbles. Se mareaba y había preferido dejarlo para entonces. Entonces, a la hora convenida, Doña Marta Palacios acudió a despertarlo:



-Juanlevántateeslahora
vanaabrirlosedificioso
ficialestienesqueirahacer
esoquesepasanlosdíasnunca
vasahacercosascuandonoteapeteceaversiyaestásbuenoayernopodíasirperohouyesyahoradequete
levantesaversilohaces...
-Buedo, do tse si buedo bodque dengo anginas -dijo Juan.
-Mirahijotienesquelevantartenuncapuedeshacernadaparecementiraquecadatrámitehayque
arrancárteloconuncalzadornopuedesdejarloparamásdíasparaunavezquetienesposibilidaddehaceralgo
quetegustelomismo...
-Joder, ya ves cobo dengo las anginas y cómo hablo.
-Sí, es cierto que cada vez que tiene que hacer algo que no le gusta se pone malo. No sé cómo lo hace, porque fingir no finge. No sé cómo somatizas así -habló nuestro protagonista.
-Joder gue do buedo, biradlo vosodros bisbos.
-Buenohijopuestúverásloquehacesaversimañanaestásbienquenohaymaneradequehagaslascosasnosé
cuántasveceshemostenidoestaconversaciónnuncahacesnadasinoquierestodoelmundotiene
obligacionesnoslevantamosycumplimosconellas...
-De aseguro gue gue bañana voy.

Entonces la familia acordó dejarlo para el día siguiente. Esperaban que se les pasara, pero al día siguiente cuando fueron a despertarlo de nuevo se encontraron con el mismo cuadro:

-Esdoy bal. No me siendo gon gadas.
-Hijonohaymaneranosepuedehaceresoportiesunacosaquetetocayaeshoradequeasumastulugar
llevamostresdíastirandodetinosabemoscómohacerparaquetedecidasamovertellevamostiempoqueno
hayformadequehagasnada...-se desesperó Doña Marta palacios.

Entonces nuestro protagonista tuvo una idea. Él se había dado cuenta como ya se dijo de que su hermano no fingía, pero que respondía a sus deseos en contra de hacer algo, y tuvo una idea.

-Bueno, si no quiere guionizar tebeos...
-¡¿Cómo que no quiero?! -dijo Juan-. Voy ahora mismo.

Juan saltó de la cama, y aunque se le veía haciendo esfuerzos, pues como se dijo, estaba de verdad enfermo, fue con mucha energía, aguantó una cola de media hora, y cogió número para resolver su problema. En cuanto lo hizo, pareció que su problema había desaparecido.

-Yo no sé cómo he podido, esta mañana estaba fatal -dijo Juan.
-Bueno, hemos visto que tu mente es muy poderosa. A ver si podemos usarla para que hagas cosas -sentenció Juan.


No hay comentarios:

Publicar un comentario