lunes, 12 de julio de 2021

Un libro en desgracia.

 


Mira, Fran. Por fin lo he encontrado. Y está barato, a 8 euros. Lo voy a pillar —dijo juan Gordal en
aquella librería vieja.
Bueno, es tu dinero, pero...—contestó Fran, dudando al final.
¿Pero qué?
Que ya lo tienes aunque esté algo ajado.
Me gusta mucho, Fran lo quiero bien.

 Ambos hermanos llevaban unos cuantos días hablando de Pórtico la novela de Frederick Pohl. Como se ha comentado, Juan llevaba unos días lamentándose del deterioro de su ejemplar, y pensaba reponerlo. Pero Fran no lo veía tan claro y salvo que fuera a cinco euros o menos no pretendía gastar en ello.

 El mayor de los hermanos adquirió el nuevo ejemplar y henchido de satisfacción volvía a casa contando a su hermano las excelencias de la novela, aún más después de que Fran le confesara no haberlo leído. La mezcla de ciencia ficción, aventuras, crítica... Fran atendía, pensando si lo leería o no, y en lo que él hubiera gastado en ese libro. Más adelante los dos hermanos encontraron otra tienda de libros usados. Fran encontró algo que prefirió callarse, pero su hermano lo vio:

¡No me jodas que aquí lo tenían a 4 euros!
Eso me temo Juan, aunque tu edición es seguramente mejor —respondió nuestro protagonista.
Pero si es la misma. En fin, vamos a casa que me estoy cabreando.


Fran intentó calmar a su hermano dándole conversación, invitándole a una cerveza, alabando su edición. No hubo manera, pero Juan insistía en que no podía dejar de reponerlo. Llegaron a casa y poco después de cenar Juan se propuso leer su adquisición.


Fran, ¿donde lo has dejado?
¿Yo? ¡Pero si lo traías tú!
Qué buscáispuedoayudarosaversilohevistodecirmequéeshabláisdeunlibronoporquehevistovarios
sobrelamesillaperoyohecogidounonosésiseríaelquequeríaisyoestoyleyendootronosécuálqueréisaversi
vaaserunopequeño...—intervino Doña Marta Palacios.
Mamá, por favor, dime que no has tocado Pórtico —balbució casi Juan.
Nohijoeseloteníastútiradoalapuertadetucuartoyyosiempreprocuronotocarnadatuiyoaunqueme
parecíaqueestabamuymalyhabíapensadoendarloenlabibliotecayonosésitúloqueríasonoperosinsaber
yonotoconada...
Mamá, ese era el viejo. ¿Dónde está el que he traído?
Mejor que no lo encuentres, Juan, que parece que ese libro está maldito.



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