No se acababa nunca.
Cuando todos en el
planeta donde vivía
nuestro protagonista
pensaban que la pandemia
que los había afligido
llegaba a su fin,
apareció una nueva variedad que se transmitía con mucha facilidad, aunque afortunadamente
era mucho menos letal que las anteriores. Pero una vez más la amenaza de hospitales llenos,
de cierre de empresas, etc volvía a planear sobre una población que se hastiaba, si bien
era consciente que no tenía mas remedio que aguantar.
—Al principio decíamos que esto era como una película. Más parece una serie con temporadas y
el villano evolucionando —comentó nuestro protagonista. —Pues ya podrían los guinistas dar por terminada la serie —respondió Juan Gordal. —Además ya empiezan con letras, como cuando en Bola de Dragón empezaron con la Z, el Z2... —Y el merchandising sigue vendiéndose. Cada vez hay más tiendas de mascarillas y similares. En estas estaban nuestros protagonistas cuando las autoridades del país volvían a encontrarse
desbordadas ante otra ola de la plaga. De nuevo se habían impuesto estos protectores en los espacios
públicos, medida muy criticada porque la población no terminaba de ver su utilidad y porque
conseguir una prueba diagnóstica se complicaba por momentos.
—De todas maneras, esto ha perdido novedad y la tensión que tenía al principio —comentaba Juan. —Joder, es que hasta comentamos como si fuera una puta serie. —Ya estamos en la fase de Spin offs, como el ómicron y demás. —Pues ya entramos en las crossovers, que se habla de la “Fluorona”, que es este virus combinado
con el de la gripe. —De eso se habló, pero no. Todavía están fundiendo a sus villanos, que está el deltacrón, la fusión
de las dos últimas variedades. —Bueno, recuerda Bola de Dragón. Las fusiones es que esto ya se agota. —Lo jodido es que el guion de esta serie no lo escribe un humano, sino el azar.
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