de ir al baño, algo que a veces le ocurría, pero aquella vez notó... Sí, un lado de la
nariz taponado y ese picor característico que solía sentir al fondo del paladar, donde
el canal nasal se junta con el de la boca. Era lo que Fran llamaba «el preludio». Cuando
le ocurría eso, sabía que estaba incubando un resfriado de varios días de duración y de gran intensidad.
—Siesquehaymuchoscambiosdetemperaturatienesqueabrigartemejorahoratepreparounteytienesquetomarcosascalientesyabrigarteporquenuncame
hacerscasomiraquetedijeayerquetetaparasbienperonuncamehacéiscaso... —dijo Doña Marta Palacios —Mamá, no me vengas con esas. Voy a hacer lo posible pero me da que mañana voy a estar peor, y
espero que sea el pico, que a partir de allí vaya a mejor.Nuestro héroe salió solo una vez de casa aquel día, se abrigó todo lo que pudo, por la noche sepuso mantas, vigiló mucho los cambios de ambiente y temperatura... pero por la mañana estabacon una tos tremenda y la nariz completamente taponada. Por suerte aquel día no tenía que trabajar.
—Ahoratepreparolecheytetraigoricolasquetienesqueponertebiennotemuevasmuchoquemedamucha penaverteasíesperoquesetepaseprontomiraquetedijeayerquenohicieraslocurasahoracómosufroyoque nopuedohacernadavoyatraertecítricos... —Mamá, esdo no diene bás que dejar pasar los días —dijo como pudo nuestro personaje. —Yo creo que tienes hasta fiebre. No tendrás mañana trabajo, ¿verdad? —dijo Carolina —Do, do lo tengo. Bero ahora solo son días que tienen que basar. No be agobiéis. —Yo voy a ver si puedo dejarte unos tebeos para que se te pase mejor la convalecencia —intervino
Juan Gordal —Joder, cuando llega «el preludio» dambién hay que irse brebarando para la brasa familiar. —Noagradecesnadadeloquehacestendríamosquehabertetapadoantesyhacernoscasoahoranosotros estamossufriendotodosportiynohacesnadaparauqesenoshagamásligerotendríasquecuidartemásahora loquehacesesgritarnos... —Solo espero que sean tres días y no una semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario