miércoles, 5 de junio de 2024

Gasto estacional

 


Nuestro protagonista llegó a casa algo molesto aquel día. Tenía muchas ganas de sentarse un
rato en un sillón y beber un vaso de agua. Aquel primer paseo veraniego le había resultado muy
incómodo.

¿Por qué sudas de esa manera, Fran? 
—preguntó Carolina.Porque no me ha ido bien.¿Pero tanto calor hace?Eso ya lo ves tú, Cárol no es el calor es que...¿Te ha sentado algo mal?No, es que las sandalias estas resulta que tienen la suela deshecha.
 

Carolina rompió a reír. De pronto el sufrimiento de su hermano había pasado de preocuparle
enormemente a resultarle cómico.

Pues cómprate otras —le aconsejó Carolina.Sí, habrá que hacerlo. Pero de momento tendré que rescatar un poco las botas.Y los calcetines.Me van a sudar los pies a lo bestia.Bueno, ya te los limpiarás.

Fran miró la hora y se dio cuenta que ese día ya no podría hacer esa compra. Los dos días
siguientes trabajaba. Así pues tendría que pasar al menos tres días con botas en verano.

Por lo menos me han pagado, pero no me hace gracia gastar en eso.Bueno, pero esos gastos ocurren en todos los gastos estacionales, Fran —le consoló Carolina.Pero joden. Y no ha hecho más que empezar. 


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