sábado, 13 de diciembre de 2014

Nada de fuera de casa.

 -¡Vamos, hombre! ¡Mira que traer eso con lo rico que está el 
pisto hecho en casa!
 -Es que es de B. Osborne, mamá, creímos que te gustaría -dijo 
Juan
 -¡Ni que el bote cantase!
 -¿Te lo había dicho, Juan, o no? -intervino nuestro protagonista.

 Sabido era por ambos hermanos que Doña Marta tenía auténtico
 horror a la comida de fuera que se pudiese hacer en casa. Sin 
embargo, Juan creyó que ese pisto que tenía en el bote al famoso
 artista le haría cambiar de idea.

 -Además -dijo Fran-, lo encuentro como demasiado dulzón.
 -¡No me digáis que he comprado a ese señorito andaluz para nada!
 -Pero Juan, ¿es que no conoces a tu madre?
 -Eso te lo vas a comer tú enterito, Juan.
 -Pues no me molesta. Pero yo lo traje para todos.
 -No me cabe en la cabeza salvo que lo confundieses con tomate frito.
 -¡Otra porquería que no hay por qué traer! Sentenció Doña Marta.
 -Ya ves, Óscar, nda que se pueda hacer en casa.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario