Fran
se levantó con energías, pero también con ansiedad aquella mañana.
Después de bastante tiempo intentándolo, había conseguido por fin
un trabajo. Un trabajo ridículo y sin lustre, pero que de momento le
permitía sacar algo de pasta para abordar empresas mayores. Como
solía hacer con temas de trabajo, había consultado al primo Mario,
que le enviaba mails a su correo electrónico con consejos. Lo
primero que hizo en el día fue abrirlo y... Sorpresa. Un correo le
recibió en su bandeja de entrada:
“En
relación con la oferta de grabador de datos telefónicos a la que se
apuntó, le informamos que ha sido usted seleccionado para pasar una
entrevista mañana jueves, día 27 de agosto.”
¡Vaya!,
pensó nuestro protagonista. Ahora me he convertido en el tipo más
solicitado del mundo. Sin embargo, la oferta no mejoraba lo que ya
tenía, por lo que decidió desestimarla. Su actual puesto de
teleoperador era una basura, pero no valía la pena dejarlo si no era
para conseguir algo de altura, de modo que siguió con su rutina. Su
duchó, llevando como siempre la ropa que pensaba ponerse, y en el
bolsillo de la misma, su móvil. Y a mitad de ducha, este se puso a
sonar. Fran no tuvo otra que salir y cogerlo. Yde nuevo noticias de
trabajo:
-¿El
señor Francisco Gordal Palacios, por favor?
-Sí,
soy yo.
-Bien,
era referente a una oferta de trabajo a la cuál envió su
curriculum, y quisiéramos realizar con usted una entrevista de
trabajo para que se incorpore a una campaña en Airtel...
Otra
llamada de trabajo, y de nuevo para teleoperaor. ¿Por qué solo me
llaman de ahí?, pensó nuestro héroe. Estoy capacitado para mucho
más. Sin embargo era lo que había y tampoco mejoraba lo que tenía.
La respuesta era muy clara:
-Se
lo agradezco, pero ya tengo un trabajo.
-De
acuerdo, pero guardamos sus datos para el futuro.
-Gracias
a ustedes -dijo nuestro protagonista mientras pensaba que sería
horrible que “en el futuro” necesitase recurrir a aquella oferta
que ahora rechazaba.
Después
de esto se puso a estudiar, pero de nuevo una llamada el móvil le
interrumpió:
-¿Francisco
Gordal Palacios, por favor?
-Sí,
soy yo.
-Queríamos
comunicarle que ha sido usted seleccionado para pasar una entrevista
en relacción a una nueva campaña telefónica que...
¡No
puede ser! ¡Estoy atrapado! El universo quiere convertirme en
teleoperador de por vida. Pensó nuestro pproitagonista una vez
desestimó la tercera oferta del día ofreciéndole lo mismo que
todas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario