Viendo
uno de los episodios de la última versión televisiva de Flash,
basada en el superhéroe de la DC, Fran y Juan Gordal empezaron una
de sus típicas conversaciones:
-Pues
la verdad, a mí los superhéroes nunca me prenderán -dijo Juan.
-Yo
veo que esta ha ganado mucho en espectacularidad, efectos y sobre
todo en mujeres, pero me divertía más la de principios de los 90.
-¡Joder,
es que interviniendo dos genios del cómic, como son Howars Chaykin y
John Moore tod es distinto!
-
La serie de los 90 fue comparada por su estética oscura pero
graciosa a las películas de Batman
de Tim Burton.
-Porque
era lo que entonces estaba de moda. Y en general, él era el único
protagonista. Ahora le han rodeado de unos cuantos personajes que no
sé si le van.
-Curisamente
las dos se basan en el segundo Flash, Barry Allen. Han pasado del de
los 40 y el de los 90.
-Y
en la primera ahondaban menos en la historia personal del
protagonista, aquí le motiva sobre todo el asesinato de su padre.
-Pero
desde luego, lo mejor era el supervillano the
Trisckster,
interpretado nada menos que por Mark Hamill.¡Hasta decía en un homenaje yo soy tu padre!
-Mira,
no tendría éxito pero desde luego por guionistas, personajes y
estética, a mí me gustaba más que esta versión.
-Bueno,
no siempre es lo mejor lo que triunfa.
En
opinión de su narrador, la visión de los hermanos es discutible,
pero no dejo de recomendarles un capítulo de la primera serie si la
de ahora les ha gustado. Dos versiones de la misma historia siempre
enriquecerán su visión, y, como seve, la serie de 1990-91 tenía
sus puntos. Aunque la bioingeniera Kaitlin Snow fue todo un acierto
de los nuevos creadores, y no tenía equivalente en la primera
visión.
Ficha de la serie, aquí.
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