martes, 15 de septiembre de 2015

Lucha por la vida en tu propia casa.

Fran estaba ultimando su limpieza en su cuarto. Solo quedaba mirar bien por los rincones y recoger la última gota de polvo. Vaya coñazo, pensó, pero ya lo tengo hecho. Ya ves, como que va a ocurrir nada interesante aquí. Y entonces, allí, en ese rincón, lo vio. Un episodio de la lucha por la vida de los más representativos. Un animal había caído en la terrible trampa de un depredador que se dirigía a por su comida. Nuestro hombre tuvo el impulso de ahuyentar al terrible cazador y salvar al pobre animal presa. Pero sabía bien por los documentales y libros que había visto que no era aconsejable intervenir en la naturaleza. El cazador solo hace lo que debe hacer para sobrevivir, y si la presa se ha dejado coger una vez, es bastante probable que aunque se salvara volviese a caer en algo similar. El abrazo y el mordisco de la criatura cazadora ponían fin a la escena. Fran observaba fascinado su comida, y cómo abandonó el esqueleto de su pieza. Después todo acabó, y Fran se dio cuenta de que en el rincón más ínfimo de tu casa podías ver un episodio del bullir de la vida. De acuerdo, era una araña que cazó una mosca en su tela, pero un depredador cazando. Fran de hecho no se sintió capaz al limpiar de retirar su tela. Se había ganado sobrevivir allí.


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