domingo, 4 de febrero de 2018

Llevando más allá lo peor del cómic.

-¿Pero esto es un tebeo o un juego de mesa? -dijo Fran contemplando aquella amalgama que su hermano Juan había traído de la Fnac.
-No, hombre, es Fabricando Historias.
-¿Y eso cómo se lee?

Nuestro protagonista no era capaz de quitar ojo de aquella amalgama de minicómics, mapas, posters y otros adminículos. Llevaba el estilo recortable de los nuevos cómics del que siempre había abominado un paso más allá. Este ya ni se sabía cómo había que incarle el diente.

-Pues esa es su gracia, se hizo pensando en ello. Yo tampoco sé por dónde empezar -dijo Juan
-Pues yo cuando compro un tebeo, quiero un tebeo. ¿Estás seguro de que no te gustaría ir a campeonatos de puzzles como la Sarita esa que conocí?
-¿Aquella chica regordeta y que no andaba? Vete a la mierda. Esto es grandioso. Nunca se ha hecho un cómic como este.
-No me extraña, y si por mí fuera no se volvería a hacer. O sea, ya no se conforman con dibujitos poliédricos y colorines. Ahora ya te dan el cómic en pedazos. ¿Y vienen tijeras, cola y un plano?
-Fran, yo soy el primero que le gustan los cómics clásicos, pero esto es lo que le gusta ahora a los aficcionados. Habrá que verlo.
-Pues yo veo todos los días que a algunos les gusta el tomar por culo, y nunca se me ha ocurrido probarlo.
-Hombre, esto por lo menos no te dejará escodido.
-Es que solo faltaría. Mira, no te dejes timar. Has pagado lo que vale un tebeo bueno por un recortable para críos. Yo no voy a comprar eso. Y si quieres quédatelo, pero al menos no digas que es un tebeo delante de mí.
-Hombre, es llevar el tebeo a otro terreno.
-Sí, le da una vuelta de tuerca al tipo de tebeo que en mi opinión, no debería existir.

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