-No, hombre, es Fabricando Historias.
-¿Y eso cómo se lee?
Nuestro protagonista no era capaz de
quitar ojo de aquella amalgama de minicómics, mapas, posters y otros
adminículos. Llevaba el estilo recortable de los nuevos cómics del
que siempre había abominado un paso más allá. Este ya ni se sabía
cómo había que incarle el diente.
-Pues esa es su gracia, se hizo
pensando en ello. Yo tampoco sé por dónde empezar -dijo Juan
-Pues yo cuando compro un tebeo,
quiero un tebeo. ¿Estás seguro de que no te gustaría ir a
campeonatos de puzzles como la Sarita esa que conocí?
-¿Aquella chica regordeta y que no
andaba? Vete a la mierda. Esto es grandioso. Nunca se ha hecho un
cómic como este.
-No me extraña, y si por mí fuera no
se volvería a hacer. O sea, ya no se conforman con dibujitos
poliédricos y colorines. Ahora ya te dan el cómic en pedazos. ¿Y
vienen tijeras, cola y un plano?
-Fran, yo soy el primero que le gustan
los cómics clásicos, pero esto es lo que le gusta ahora a los
aficcionados. Habrá que verlo.
-Pues yo veo todos los días que a
algunos les gusta el tomar por culo, y nunca se me ha ocurrido
probarlo.
-Hombre, esto por lo menos no te
dejará escodido.
-Es que solo faltaría. Mira, no te
dejes timar. Has pagado lo que vale un tebeo bueno por un recortable
para críos. Yo no voy a comprar eso. Y si quieres quédatelo, pero
al menos no digas que es un tebeo delante de mí.
-Hombre, es llevar el tebeo a otro
terreno.
-Sí, le da una vuelta de tuerca al
tipo de tebeo que en mi opinión, no debería existir.
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