-¿Eso es un bikini? -dijo nuestro
protagonista señalando al suelo.
En efecto, una braga y un sujetador
con evidentes adornos y colores playeros yacían abandonados en el
suelo de la plaza.
-Qué raro, eso no es algo que uno
pierda, no se lleva por ahí al aire expuesto a la caída.
-Bueno, déjalo que mirando esto de
esta forma hacemos muy mal efecto.
-Pero me sé de una que va a tener que
aficionarse al nudismo.
Los dos hermanos reemprendieron su
ruta y pronto vieron a dos chicas interesarse en el mismo.
-¿No me digas que se lo van a quedar?
Mira que intercambiarse eso no es recomendable.
-No, parece que lo devuelven a su
sitio.
-Pues yo algo así que me encontrara
tirado ni lo tocaría
-Bueno, la verdad es que encontrar
algo así en la calle es inusual, pero no creo que tampoco de para el
mitin y observación que estamos dando -dijo nuestro protagonita-
-Pues sí tienes razón.
Pero cuando los dos hermanos
reanudaron su camino, el bikini parecía empeñado en seguirlos. En
concreto un perro había cogido una de sus partes y escapaba calle
arriba. Su dueña le gritaba que parase y que si no le daba
vergüenza, que dónde habría estado aquello...
-La verdad no sé por qué lo
tiraríanm. Ha dado más juego en menos tiempo del que he visto dar a
muchos otros objetos en días.
-Su dueña lo echará de menos, sí
-dijo Fran.
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