-La verdad es que yo tampoco pensaba
con lo que sabía de él que me fuera a gustar, pero como tiene fama
me ha parecido justo leerlo -dijo nuestro protagonista.
Blankets, de Craig Thompson, era un
cómic de esos que narraban una historia muy personal, en este caso
una oda del autor a su infancia y adolescencia, en un pueblo de
Wisconsin, muy ligado a la comunidad religiosa local. Vemos su
crecimiento, su descubrimiento del mundo, unas vacaciones donde
conoce a su primera novia, y su distanciamiento de la comunidad,
aunque por supuesto sigue conservando el amor y los lazos con su
familia.
-Lo que pasa es este tebeo es que me
deja un poco como pesimista -dijo nuestro protagonista-, porque veo a
este hombre primero con una visión, quizá ligada a la infancia, de
inocencia feliz, y va precisamente de cómo lo pierde, al tomar
contacto con más cosas y tener una visión más amplia. Acaba que no
es que esté jodido, porque eso no, pero que añora esa época, en
esa comunidad, con unas ideas tan claras. Es un poco una historia que
casi cualquier adulto de nuestro tiempo.
-Ya pensé que por eso no te gustaría,
tú que dices siempre que cosas tristes ya tienes en la vida real.
-Hombre, tampoco puede decirse que sea
triste. Lo que hace bueno este cómic es que es una historia muy
común en nuestros días, y está muy bien contada. Y me parece
interesante también que retrata el hecho de que un hombre criado con
unos valores ligados a la religión y el cristianismo se siente en
cierto modo más indefenso cuando pierde la fe.
-Tampoco llega a perderla, según
pone. Sólo que se ñle amplía la visión
-Y el dibujo es el típico en blanco y
negro muy personal, le queda de puta madre.
-A mí la relación que tiene con su
hermano me hace pensar el la mía contigo
-Lo más grande aquí es eso, lograr
que casi todo el mundo se indetifique con la historia. Una historia
muy personal pero a la vez con la cuál todos se identifican.
-Sí, muy clásico, pero mejor contado
que nunca.
Ficha del cómic, aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario