-Ayhijoesunplacerhacerlasmiraademástodoelpanquese
vayquesehabíaacumuladoesundulcemuybien
pensadoparadespuésdelacuaresmayparaaprovecharpero
esqueencimaestánbuenasytodoslascomencon
gusto...
-Pero me parece raro que
en cada casa parecen distintas, y si no, espera a que nos traiga las
suyas la Tía Maria Cristina.
En efecto, si aquellos
días tenían una tradición que nadie discutía, eran aquellos
dulces típicos. La gente religiosa los recibía de muy buen agrado
tras unas semanas y días de quitarse de ciertos lujos en la comida,
y los más mundanos, simplemente por gusto. Pero laicos o religiosos
todos las tomaban. Algunos también tenían en alta estima el potaje,
no así nuestro héroe, que se aliviaba de él gracias a ese plato de
aprovechamiento del pan. Sin embargo, siendo un clásico de todas las
casa en esas fechas, cada uno parecía emplear diferente modo los
mismos ingredientes.
-Las tuyas parecen tener
más importancia del almibar. Las de la tía saben mucho a leche.
-Lasdosaprendimosahacerlasdenuestramadreesoyelpotajeasíquenoentiendocómopuedehacerlasde
otromodoellaconlobienquelequedabanamimadreyconloquesedisfrutasiguiendolarecetayencimaestos
díastanespiritualesunoseacuerdadeella...
-Ya podrías olvidarte
de cómo hacer el potaje.
-Mipotajeesbuenísimoporqueeseldemimadrenotemetasconélporqueestásfaltandoalrespetoatuabuela
yblasfemandocontraelplatodeldíaenqueelSeñornosredimióparecementiraqueseascapazdehablarasíde
algotanimportante...
-Tú misma dices que es
plato de sacrificio por el Señor. A nadie le gusta.
-EstábuenísimoytuhermananahapedidoqueleguardemosunpocoporqueellasigueenPortugalperoes
unodelosdíasgrandesdelañoparaellaeldíaenqueseponeelpotajeyesoqueellaesmenoscreyentequeyo
perosabeloquerepresenta...
-Bueno, pues hazle el
potaje otro día. Yo no lo soporto.
-Puestomamuchastorrijasporqueesloqueyohagoestosdíasporrespetoamimadrealasfiestasyalseñorno
voyadejardehacerlomiraquéenergíasnosdaatodostodoelañoestamoscontentísimosdetomarsiempreesto
yhabríaquehacerlomásamenudo...
-No si no tengo nada
contra las torrijas. Gracias por ellas un año más. Pero deja de
doparte, mamá.
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