jueves, 21 de noviembre de 2019

Solo un peregrino.


Vaya tebeo. A medio camino entre la ciencia ficción y el fantástico místico comentó Fran después de leer Solo un peregrino.
Bueno, eso es relativo si lo lees entero.
Sí, pero el mundo que se inventa Garth Ennis es la leche.

En esta ocasión, el guionista británico coge elementos de acción y de misticismo bastante propios de su conocidísima serie Predicardor, y los ambienta en una tierra moribunda en la cuál ha ocurrido mucho antes de lo esperado lo que según casi todos los científicos y astrónomos acabará con nuestro planeta: el sol ha agotado el hidrógeno de su núcleo, y se ha expandido carbonizando Mercurio y Venus. La Tierra, consecuentemente se ha convertido en un planeta infernal, es un desierto abrasado por temperaturas extremas, y los mares han desaparecido. En algunas cuevas y grietas con características muy especiales hay algún lugar con vegetación, con temperaturas soportables y una especie de oasis. Este proceso es conocido popularmente en el mundo de dicho cómic como "La Quemadura". En este mundo, un viajero con oscuro pasado, con enormes habilidades guerreras y con una mentalidad cristiana cuasi fundamentalista parece el único capaz de conseguir que un grupo de gente que busca un lugar donde continuar su vida lleve a término su periplo. Es de resaltar que el viaje se realiza a través de desiertos calcinados, que son en realidad los antiguos fondos oceánicos, franqueando cordilleras llamadas cadenas (en realidad las actuales dorsales oceánicas) y precipicios insondables que en el cómic conocen como trincheras (en realidad las fosas marinas). Es un mundo muy al estilo de Mad Max, donde algunos animales han mutado de formas increíbles para sobrevivir, y donde bandas de saqueadores han establecido refugios que son casi poblados pululan robando a los incautos.

Lo principal es que ha logrado crear un mundo propio, tiene hasta su mapa dijo nuestro protagonista.
Y ese misticismo y trascendentalismo que al final pega un giro de 180 grados.
Bueno, el final es demoledor, yo creo que perjudica en general al cómic porque se carga el sentido de su aventura. Pero los personajes, la historia y sus peripecias son la leche. Y encima es casi verosímil porque "La Quemadura" algún día ocurrirá.
Carlos Ezquerra también hace un trabajo de dibujo muy bueno.
Desde luego. Parece el dibujante ideal para este tebeo. Es lo que faltaba.
¿Lo recomiendas, entonces?
  Desde luego, aunque yo le cambiaría el final. 
Ficha del cómic, aquí.


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