—Mira que puede uno tener los
monstruos más terroríficos en la misma puerta de su casa. El día
que pillemos una lotería o quiniela mejor que nadie se entere.
La Comunidad, una genial película de Álex de la Iglesia no
suficientemente valorada, se situaba en el Madrid del cambio de siglo
XX al XXI. En ella una agente inmobiliaria descubría un tesoro
oculto por un anciano fallecido hace poco en una de las casas que
promocionaba, y una conspiración del resto de los vecinos para
hacerse con esa suma. La cotidianidad más anodina de una casa de
vecinos pasaba a convertirse en un trhiller de pesadilla en manos de Álex de la Iglesia, con situaciones delirantes y detalles gore y de
acción difíciles de describir. Uno llega a perder la cuenta de los
recovecos que se recorren en esa casa, la de situaciones de peligro
en ambientes tan comunes como ascensores y azoteas, y la de
monstruos, aunque muy humanos que llegan a parecer. Todo ello,
además, increíblemente cercano y cotidiano.
—La fiesta esa de vecinos en uno de
los pisos es una de las cosas más siniestras que he visto jamás
—dijo Juan.
—Y la paliza que le pega el personaje
de Emilio Gutierrez Caba a la protagonista, y mira que el tío parece
anodino y normalito.
—Menudo actorazo, cuando se pone a
recrear los delirios casi febriles del zumbado ese está genial.
—Pero ¿tú crees que en cualquier
comunidad de vecinos hay gente como esa?
—Yo recuerdo que hasta hubo un
presidente de una comunidad de vecinos que escribió a El País
indignado porque según él tenía su casa de vecinos en una armonía
muy buena.
—Sí, la gente tan vulgar que su
felicidad depende de cosas así se puede convertir en monstruos.
En cualquier caso , esta película es una muestra genial del talento
de su director, un director con una visión personal y particular de
las más ricas que nos puede ofrecer el cine de nuestro país. Aunque
El Día de la Bestia es más emblemática, La Comunidad es una obra
que no deben dejar de ver.
Ficha de la película, aquí.
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