miércoles, 11 de marzo de 2020

Tartinteligencia artificial

Pues qué quieres que te diga, la inteligancia artificial dirán que tiene muchas cosas buenas, y seguro que sí, pero yo también veo que quieren aplicarla a cada gilipollez... ⸺comentaba nuestro protagonista.
Estás un poco obsesionado con eso . Es para ayudarnos, no va tocar nada de nuestra esencia ⸺le razonaba Juan Gordal.
Pues he oído hace poco, cágate, que están pensando cómo pueden aplicarla a la gastronomía. Ya no podemos tomarnos un chuletón con patatas, no. Tiene que ser una mezcla hecha por un robot.
Bueno, los ingredientes serán los mismos.
Pero mira, mira qué al pelo viene esto ⸺dijo nuestro protagonista y se volvió al escaparate de una pastelería que exhibía unas tartas de extraño aspecto.

Lo que vieron los dos hermanos ahí era un cuadro de horror: tartas con formas geométricas precisas de múltiples colores ⸺colores por lo demás artificiales, chillones⸺ que más parecían obras de pintura y escultura que comestibles. Juan, con todo, no lo veía mal:

Pues no comas esa mierda y punto.
Pero es que esto es sólo el principio. Verás cómo va a llegar la jodía Inteligencia Artificial a meterse donde nadie la llama.
Bueno, Fran. Todavía no se va a rebelar contra nosotros. Tú estate tranquilo, controla lo que puedes controlar, y aprenderemos a vivir con ella.
Porque no queda otra, pero yo quiero comer nutrientes, no figuras geométricas.
Sabes perfectamente que esto lleva nutrientes muy comunes.
Y multiprocesados, no me jodas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario