jueves, 5 de marzo de 2020

Una ducha y tres visiones.

Averhijosprestad
atenciónqueme
estabayoduchando
yelbrazodeladuchas
emehaquedadoenlamano
ahoratendránque
veniraarreglarlo
peroaversilopodéis
ponerahoraporque
yotengoqueducharme
ynosécómovoy
ahacerloaversi
podéisecharmeuncable... ⸺gritaba Doña Marta Palacios.

Fran Gordal, que fue el primero que oyó a su madre observó el desaguisado: el brazo se había desatornillado del grifo, que cuando estaba abierto echaba agua en derrededor en una especie de riego por aspersión. Mientras intentaba ver si podía volver a encajarlo, Doña Marta observaba envuelta en una toalla:

Mamá, si has acabado de ducharte vístete ⸺dijo nuestro protagonista.
Hijocómovoyaacabarsinopuedoponermeelaguadondequieroaversitúpuedesarreglarloporquesino
habráquellamaralfontaneroynotengoganasademásnoquieroquedarmeamedioducharmeporqueaversi
novoyapoderacabar...
Bueno, bueno, no te embales. A ver si si esto va aquí.

Tras diez minutos de forcejeo y esfuerzo, Fran logró devolver a su sitio el mango de la ducha, aunque el arreglo era claramente provisional. Doña Marta pudo acabar de ducharse.

Buenohijomuchasgraciashashecholoquehaspodidoperoestoasínoestábienvanatenerquevenira
arreglarloyomañanallamaréalfontanerooiréabuscarloahoraquehepodidoducharmebienporqueestoseva
asoltarencualquiermomento...

Fran observó a su pesar que efectivamenteaquello le sobrepasaba. No tendría más remedio que acudir el profesional. Aqeul mismo día él se duchó como pudo, y pensó que lo peor había pasado, pero cuando Juan Gordal acudió a la ducha no se contuvo:

¿Pero qué habéis hecho aquí que esto está suelto y echando agua por todas partes?
Hijoyasabesqueestamañanaestabaenladuchayestosehacaídolohasujetadotuhermanocomoha
podidoperoestámuyprecarioymañanavanatenerqueveniraarreglarloporquesinonovamosatenerducha
peroaverqué haces...
En cuanto os movéis jodéis algo. Dejadme a mí.

Juan, sin vestirse siquiera volvió a retocar el brazo de la ducha, sacando piezas y tornillos que Doña Marta y Fran ni siquiera habían visto. El grifo quedó funcional para aquel momento, pero no había más que ver su aspecto para entender que necesitaba una revisión. Pero Juan no lo aceptaba:


Esto está, pero vosotros os empeñáis en gastar dinero, así no hay manera.
Ayhijoamímedamuchomiedoqueestoseinundeaversiestovaaestallarnoquieroquelleguemáslejos
queunavezestoseinundóyhuboquesecarlodurantehorasyfuedelomáshorrorosoquehemospasadoyesto
sevaavolverapponermal...
Bueno, pues venga gastad.

Al día siguiente vino el fontanero y reparó bienm el grifo, pero según Doña Marta le había dicho algo insólito:

Resultaqueelaguanosepuedecambiardegrifoaduchaconelpibotitoquehayporqueesoeslo
querompióelanterioréllohahechosóloconlallavedelaguaquelohevistonotoquéisesebotoncitoqueestá
malyloestropea...
Pero mamá ¿cómo no se va a tocar el cambio de grifo a ducha? ⸺preguntaron casi al mismo tiempo Juan y Fran Gordal.
Queesloquemehadichoperoyonomeheenteradodecomocambiaélelaguaperolohevistoconmis
propiosojosydicequenolotoquemosyyolohepasadomuymalconestorotonoquieroquemañanaestéigual
porfavornolotoquéis....
Bueno, no lo tocaremos. Pero ya nos dirás cómo se maneja ahora el grifo, porque no entiendo nada ⸺sentenció Fran.

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