miércoles, 24 de marzo de 2021

La espera incierta.

 


PuesdiceAlvaritoqueasuspadresyaloshan
vacunadoyélmismoportrabajarenuncentrodocentey
serconsideradopersonalesencialperoyonosecuando
mevaatocaryencimalohacentodoporelordenadorcon
lobienqueseenterabaunocuandoleescribíancartas...—voceaba Doña Marta Palacios.
Y mientras yo es que no tengo ni idea de cuando me tocará ni de como enterarme —comentó
nuestro protagonista.

Ya hacía casi dos meses que la campaña de vacunación contra la plaga que tenía sumido en el caos
el mundo y el país de nuestro protagonista estaba en marcha. En teoría esta inmunización debía llevar
al fin de aquel sombrío tiempo. Pero también había degenerado en un caos entre varias empresas
farmacéuticas intentando colar sus productos, varios personajes de la capa alta social saltándose su
turno... Todo lo que sabía nuestro protagonista es que se había puesto un calendario basándose en
diversos colectivos atendiendo al sector donde trabajaban, edad y otros criterios de modo que los más
vulnerables y necesitados fueran los primeros beneficiados con la movilización. Sin embargo no
paraba nuestro personaje de ver cómo a su alrededor muchos recibían sus dosis mientras él estaba en
la inopia más absoluta al respecto.

Yo entiendo que todavía no estoy en edad de riesgo, que no veo a gente a diario... Pero es que no hay
calendario, ni avisos, ni nada.
Yohellamadovariasvecesaquemelodiganperosolohayunagrabacióndeesasunrobottontoyantipático
nocomoeranR2D2yC-3POenLaGuerradelasgalaxiasyyonecesitohablarconunapersonaqueestoy
perdidanadieresponde...
Pero es que tampoco ponen una web, ni nada. Todo es aproximado, sin concretar. Y creo que Cárol,
por ejemplo, sigue esperando.
Y en cambio vacunados el primo Mario y Alvarito que lo pasaron —añadió Juan Gordal.
Bueno, será necesario. Pero yo no sé si es que yo no me aclaro, si está mal hecho... Lo único que
se es que no se nada.



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