―La verdad es que es muy curioso ver estos recursos, que luego se han explotado hasta la saciedad, en fase cuasi embrionaria ―comentaba nuestro protagonista.
―Aunque no es quizás lo mejor que haya de este género hay
que verlo ―respondió Juan Gordal.
Estaba nuestro protagonista disfrutando por primera vez de
La torre de los siete jorobados, un título de culto del cine de
su país, conocido por todos, y del que muchas veces había oído
hablar, pero que no había visto hasta entonces. Basada en una
novela fantástica previa, nos mostraba la ciudad
donde vivía nuestro personaje hacia finales del siglo XIX,cuando a un joven aficionado al juego se le aparece el fantasma de un eminente historiador e
investigador, el cuál le anticipa los números que saldrán premiados en la ruleta. Pero a cambio le
pide que proteja a su sobrina de un gran peligro que la acecha. Tras entrar en contacto con la
sobrina, el joven Basilio, que así se llama el aficionado al juego, comienza a enamorarse de ella y,
sobre todo, a tener conocimiento de la existencia de una antigua ciudad fundada por los judíos que
se escondieron para evitar la expulsión decretada en el siglo XV. La ciudad esconde secretos, poderes
y saberes que van escapando al control de Basilio y envolviéndolo en una trama de suspense y
aventuras bastante lograda.
―La estética se inspira mucho en el expresionismo del cine alemán de la época previa ―comentaba
nuestro personaje. ―La ciudad es una virguería para este momento y más en España ―respondió Juan. ―Y ha conseguido que todos tengan un aspecto muy característico. ―De culto, Fran, tiene auténticos fans. ―Y yo creo que ha influido bastante en Álex de la Iglesia, por ejemplo ―En todo el cine fantástico posterior, Fran. ―Bueno, pues ya he reparado la falta que era no haberla visto.
Ficha de la película, aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario